El alcalde de Cuernavaca, Cuauhtémoc Blanco, todavía cree en los Reyes Magos y por eso esta noche pidió que lo dejen trabajar al frente de la comuna de la capital de Morelos.

“Que me dejen trabajar nada más, que me den la oportunidad de trabajar. Como se los he mencionado no va a ser fácil pero pues igual y siguen los ataques contra mi, pero ojalá y Dios quiera que me de dejen trabajar”, declaró a la prensa en un evento donde distribuyó juguetes en el zócalo de Cuernavaca.

Su pedido a los Reyes Magos lleva una carga extraordinaria porque desde el inicio del año Blanco Bravo no logra realizar en orden una sesión de Cabildo, debido a la protesta de un bloque de regidores que exigen mayor transparencia en los actos del presidente municipal.

Además los regidores de oposición y diputados del Congreso de Morelos presentaron tres procesos legislativos, entre ellos una denuncia de juicio político, para separarlo del cargo, pero los abogados del ex futbolista lograron la protección de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para impedir que sea destituido.

El ultimo diferendo con la oposición de concejales se registró este jueves durante la sesión de Cabildo, cuando los regidores votaron en contra de la orden del día porque el Cuauh se negó a discutir la concesión de la Feria de la Primavera 2017.

Dos mujeres comerciantes del mercado “Adolfo López Mateos” acudieron a la sesión y lanzado gritos en defensa del alcalde. “Déjenlo trabajar”, gritaron cuando el regidor de Servicios Públicos Municipales, Rafael Domínguez solicitó incluir en la orden del día discutir la Feria de Cuernavaca.

La sesión de Cabildo estaba marcada en dos horarios 9:00 y 11:00 horas, la primera no se llevó a cabo porque el secretario del ayuntamiento, Guillermo Arroyo Cruz se negó a incluir esa petición en la orden del día, por lo que se sometió a votación y la mayoría de los concejales opositores votaron en contra. La sesión se reanudó al mediodía, pero ya no se abordó el tema.

A mitad sesión, en “Asuntos generales”, otra vez el regidor del PRD, Rafael Domínguez, increpó a las autoridades y sustento que el secretario del Ayuntamiento, Guillermo Arroyo, “no tiene facultades para intervenir en el debate entre un miembro de Cabildo”.

Ese discurso duró casi 30 minutos lo que provocó chiflidos y gritos de los comerciantes. “Ya te pasaste de los diez minutos”, dijo una mujer, pero sin dar la menor importancia el regidor Domínguez Galindo prosiguió con los señalamientos contra el secretario municipal.

La extensión del discurso generó la molestia de los comerciantes quienes gritaron “ya me estoy durmiendo, ya tengo sueño, ya pasaron los diez minutos, ya párale”, clamaban, sin embrago, entre los gritos concluyó el primer Cabildo.

cg

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