Saltillo.— Iker Misael, el pequeño de tres años que fue atacado en el cuello por un perro pitbull cuando paseaba en su triciclo, sigue al borde de la muerte, pero se aferra a la vida, según médicos del Hospital Universitario que lo atienden, quienes pese a la gravedad de sus heridas, han logrado estabilizarlo.

Familiares del menor dijeron que “va muy bien porque ya dejaron de sangrar sus pulmones”, y confían en que “ocurrirá un milagro” y el niño se salvará. En tanto, la subdirección médica del hospital informó que el pequeño sufrió una lesión de cuello, tráquea, vasos sanguíneos y de pulmones; se le operó y está conectado a un aparato, lo que “mejoró su respiración”.

Una cirujano vascular reparó las venas y arterias del cuello; sin embargo, por la gravedad de sus heridas sus pulmones colapsaron y sigue conectado a un ventilador automático. Ayer por la noche cumplió las 72 horas de la cirugía, pero hay que esperar más tiempo para que los doctores evalúen cómo evoluciona y puedan emitir un diagnóstico, lo que podría ocurrir hoy, explicó la subdirección.

En tanto, Max, el pitbull que agredió al pequeño, continuará en observación en el Centro Antirrábico municipal durante 10 días, aunque veterinarios consideran que es un perro sano. Sus dueños decidirán qué harán con él: si lo dan en adopción, ordenan que lo sacrifiquen o lo regresan a su casa.

Norma Delgado Ortiz, bisabuela del menor y ex diputada local del Partido Unidad Democrática de Coahuila (UDC), dijo que el niño mejoró: “De un 10% de esperanza de vida subió a un 40%, es por las oraciones de la gente que sabemos está rezando para que se alivie y les agradecemos mucho por eso... para que ocurra un milagro”.

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