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El pacto no escrito de respetar a las familias entre los líderes de los cárteles de la droga en México se terminó a principios de 1990 con una traición, la primera “narcoejecución” de una familia y con la conformación del Cártel de Sinaloa entre Héctor El Güero Palma Salazar, Joaquín El Chapo Guzmán e Ismael El Mayo Zambada.

Miguel Ángel Félix Gallardo El Padrino, Rafael Caro Quintero El Narco de Narcos, y Ernesto Fonseca Carrillo Don Neto iniciaron el negocio de las drogas con el Cártel de Guadalajara, al que fue invitado El Güero Palma por Félix Gallardo, que vio en él a la persona indicada por la violencia con la que actuaba.

Félix Gallardo se sintió traicionado y ordenó la ejecución de la esposa e hijos de Palma Salazar. Ahí, el pacto de no meter a seres queridos en el negocio se vino abajo.

Guadalupe Laija Serrano, esposa de El Güero Palma, tuvo un romance con el venezolano, y en un viaje a San Francisco la decapitó; Palma recibió la cabeza de su amada en una hielera. La venganza no terminó ahí: El Padrino fue por más y mandó un video de cuando Clavel Moreno avienta a Nataly y Héctor, de 4 y 5 años, desde el puente La Concordia, de 150 metros de altura, en Táchira, Venezuela. Desde entonces comenzaron las narcoejecuciones y levantones a familiares.

En 2004, los cárteles de Juárez y Sinaloa tuvieron altercados.

El 11 de septiembre de 2004, en la plaza comercial de Culiacán, Sinaloa, Rodolfo Carrillo Fuentes, El Niño de Oro, fue ejecutado frente a su esposa Giovanna Quevedo. Era el menor de la familia.

En mayo de 2008, Édgar Guzmán, de 22 años, hijo de El Chapo, fue ultimado en una plaza comercial de Culiacán. En la ejecución se usaron armas de alto poder.

Ahí también murió su acompañante, un hijo de Blanca Margarita Cázares Salazar, alias La Emperatriz, novia de El Mayo.

El 26 de diciembre de 2008 fue ejecutada Zulema Yulia Hernández Ramírez, identificada como pareja sentimental de El Chapo. Tenía marcada la letra “z” en su cuerpo.

En una fiesta muy espectacular, ahí estaba Alejandro Coronel, hijo de Nacho Coronel. Fue abril de 2010 en un hotel de la Riviera nayarita, zona del Cártel de Sinaloa. A sus 16 años, Alejandro fue secuestrado y ultimado por los Beltrán Leyva; Joaquín Guzmán tomó venganza y secuestró a Clara Elena Laborín Archuleta, esposa de Héctor Beltrán, El H. Sin embargo, el líder del Cártel de Sinaloa la dejó libre y manda un mensaje en el que decía que se tenía que respetar a las familias.

Para Alejandro Hope, el pacto entre narcos ya no existe: “Los blancos son la familia, existía un pacto hasta cierto punto… lo que sorprende es que el hijo no haya tenido un cinturón de seguridad en territorio enemigo. Pudo haber sido traicionado o fue una trampa”, dijo.

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