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Para el senador Luis Armando Melgar Bravo (PVEM), es de celebrar el diálogo entre la Secretaría de Gobernación y la CNTE, pero advierte que lo fundamental es acelerar el paso en la construcción de una solución al conflicto.

“No es justo para los padres que hacen un gran esfuerzo, como tampoco es justo para los maestros que creen que las circunstancias deben ser diferentes, por ello el diálogo, y con ese se ve una luz al final del túnel… Lo que sí creo es que se le tiene que dar celeridad, tenemos el tiempo contado”, afirma en entrevista con EL UNIVERSAL.

Alerta que el conflicto con maestros disidentes ya no es una situación particular de Oaxaca, Michoacán y Chiapas, porque las movilizaciones han escalado al Estado de México y la Ciudad de México, con cerca de 67 bloqueos el pasado martes, y —dice— “hay amenazas” de comenzar acciones en Nuevo León, entre otras entidades.

En sus oficinas, Melgar Bravo señala que desde el Legislativo sí se puede revisar la reforma educativa, pero acota que el problema de fondo no es ese, sino encontrar, dentro de los cauces del diálogo, las soluciones de lo que hoy le incomodan a los maestros.

“Lo importante es sostener el diálogo y no poner por delante la modificación de la reforma, porque ahí sencillamente ya no hay diálogo, sino ceder”, dice.

¿Ve algún avance en el diálogo entre la CNTE y Gobernación?

—Celebro que después de muchos llamados al diálogo de diferentes actores políticos, hemos insistido en que era necesario el diálogo, que las autoridades federales se sentaran con la coordinadora y viéramos cuáles son esas diferencias, esa falta de comunicación, o esa falta de atención que reclaman.

Hoy lo que tenemos que reconocer es que el diálogo es un avance que ese reclamo ya se dio, es un avance, y hay que reconocerle al presidente Enrique Peña Nieto, al secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong; al secretario de Educación, Aurelio Nuño, que existe ese ambiente de voluntad para generar un ambiente diferente.

¿Qué riesgos avizora de continuar el conflicto magisterial, que ya está en Oaxaca, Chiapas y Michoacán?

—Esto ya no es una situación particular de Oaxaca, Michoacán y Chiapas, de alguna manera se han dado indicios en el Estado de México, lo vivimos en la Ciudad de México con cerca de 67 bloqueos, y estamos viendo que ya hay amenazas de comenzar acciones en Nuevo León, y así en otros estados.

Esto ya no se puede ver como un tema local, se tiene que ver como una situación nacional que tiene que ser atendida.

A éste se le han sumado grupos en inconformidades, pero si nos ubicamos por la vía del diálogo, podremos encontrar las respuestas. Por ello, insisto, celebro que después de mucho tiempo que estuvimos insistiendo en el tema estemos ya en una segunda reunión (Gobernación-CNTE), y que de ésta haya habido un intercambio de puntos y peticiones que se van a analizar, eso es un avance mayor.

¿Qué es lo que sigue en la solución del conflicto?

—Lo que sigue es que todos los actores, de manera madura y civilizada, se sienten a analizar, que lo que hay que poner por delante es una educación de calidad en donde los maestros, los padres de familia y la sociedad nos sintamos tranquilos con el modelo de educación, que no agrave a nadie, pero que sea una educación que nos ayude a mejorar los niveles educativos.

¿Ese es el llamado que le hace al magisterio disidente?

—Más que un llamado a la CNTE, le hago un llamado a (las partes) de la mesa de negociación para que con habilidad, inteligencia y un estado de civilidad, logren los acuerdos que el país necesita. Ese estado de ‘no negociación’ ha generado, hasta la fecha, problemas a la sociedad chiapaneca en lo económico, en lo social y en lo político, incluso en lo religioso ha generado conflictos, por ello, lo que hay que apostarle, pues la sociedad y los ciudadanos estamos pagando el precio.

¿Este conflicto podría escalar a lo que se vivió con la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) en 2006?

—Cada conflicto es diferente y los tiempos cambian. Lo que sí creo es que en este inicio de diálogo y en estos avances no se logra llegar a cosas concretas, a acuerdos que se respeten, que pongan por delante la educación de México, vamos a llegar una posición de mayor desgaste, y el ciudadano estará cansado de que no se logra nada y que su vida se está viendo interrumpida en lo laboral y en lo económico. Repito, ya no es sólo Oaxaca y Chiapas, ya lo estamos viviendo también en la Ciudad de México.

¿Cuál es el riesgo de llegar con este conflicto previo a la elección presidencial de 2018?

—Estamos a menos de 12 meses de la elección en el Estado de México, con lo que representa, Nayarit y Coahuila, lo que tenemos que tener en claro es que si existen quienes quieren politizar estas situaciones, ya hemos escuchado a partidos tratando de politizar el tema de los maestros y eso es un error.

Me parece de enorme perversidad el tratar de llevar agua a un molino aprovechándose de una situación, es decir, condeno la politización al tema de los maestros.

¿Hasta dónde si o hasta dónde no puede ceder el gobierno en el tema de la reforma educativa?

—Lo que debemos de buscar es el bien común y en este diálogo el bien común debe ser una educación de calidad, si no lo logramos, con lo que tuviera que hacerse para conciliar sin atentar contra la esencia de lo que significa una educación de calidad, todos estaríamos a favor de ello.

¿Qué muestra debe dar la Coordinadora de que quiere solucionar el conflicto?

—La CNTE debe poner de su lado, de lo contrario, no es negociación, si no, no es un diálogo. Tanto el gobierno está poniendo de su parte al convocar, como la CNTE debe demostrar con calidad moral que su interés es genuino en pro de una educación de calidad para todos. La Coordinadora debe entender que las minorías no pueden estar sobre las mayorías y afectar la vida de todos los mexicanos.

¿En el Poder Legislativo hay condiciones para revisar la reforma educativa a fondo?

—Vamos a ser objetivos, de que se puede revisar, se puede revisar, ya sea que lo hagamos nosotros o la siguiente legislatura, el problema no es ese.

El problema es que encontremos dentro de los cauces del diálogo las soluciones de lo que hoy le incomoda a los maestros, lo importante es sostener el diálogo y no poner por delante la modificación de la reforma, porque ahí sencillamente ya no hay diálogo, sino ceder y ceder.

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