A una semana de que fueran asesinadas dos jóvenes del municipio de Pátzcuaro y encontradas dos días después de su desaparición en la Presa de Cointzio, la Procuraduría General de Justicia del Estado reconoció que sí se trató de feminicidio.

Además, mediante un comunicado, la PGJE informó que las investigaciones del caso, los llevaron a determinar que en este doble homicidio se utilizó un vehículo en el que pudo haberse consumado el crimen, mismo que ya fue localizado por la Unidad Especial para la Atención de Delitos de Homicidio Cometidos en Agravio de la Mujer.

Las víctimas de 17 y 25 años de edad, fueron localizadas sin vida el día 29 de mayo  en la orilla de la presa de Cointzio, en una fracción que corresponde al predio El Tecolote, una de ellas presentaba asfixia mecánica por estrangulación  y la segunda, heridas producidas por arma punzocortante.

En ese sentido, la dependencia estatal señaló que se encontraron indicios de que en este feminicidio fue utilizada una camioneta con placas del estado de Jalisco, por lo que una vez que se llevaron a cabo las pruebas periciales correspondientes, se solicitó  y se obtuvo la respectiva orden de aprehensión en contra del propietario de la unidad, que ya este lunes fue cumplimentada.

Según la Fiscalía michoacana, al interior del vehículo se localizaron rastros  que corresponden al móvil con el que se consumó el feminicidio, por lo que ya fue requerido el propietario de la unidad para que responda en relación a este hecho criminal.

Las víctimas fueron María Fernanda Hernández Mejía, de tan solo 17 años de edad y Dalila Estefanía Arredondo Torres de 25, encontrada muertas en las aguas de la presa de Cointzio el pasado 29 de mayo.

Funcionarios de la PGJE, explicaron que Fernanda había pedido permiso a sus papás para pasar la noche en la casa de su amiga Estefanía y al salir de su domicilio ubicado sobre Avenida Las Américas en la colonia Ibarra de Pátzcuaro, fue la última vez que sus familiares la vieron con vida.

La camioneta en la que viajaban las jóvenes fue encontrada en Morelia, a unos cuantos metros de la Casa oficial de Gobierno, donde vive y despacha el mandatario en turno, Silvano Aureoles Conejo.

Este doble asesinato generó que la CEDH en la entidad, aseverara que tan solo de 2013 al 2015 se registraron mil 400 asesinatos de mujeres, de los cuales 750 fueron tipificados como feminicidios”.

El ombudsman Víctor Manuel Serrato Lozano, enfatizó que en la mayoría de feminicidios “los golpes, la utilización de armas de fuego y objetos punzocortantes, fueron las características principales de estos crímenes”.

El presidente del organismo, incluyó entre los feminicidios el asesinato de la menor estudiante de prepa, María Fernanda Hernández y de la joven madre, Dalila Estefanía Arredondo.

Incluso, Serrato advirtió, que los asesinatos en contra de mujeres son un fenómeno creciente en la entidad que requiere la pronta actuación de las autoridades federales y estatales.

Las cifras de la CEDH coincidieron en su totalidad con el documento enviado a los medios de comunicación por los diputados locales de la bancada del Partido Acción Nacional, que contrastan también con los datos proporcionados por la PGJE.

La muerte de estas dos mujeres generó que habitantes de Pátzcuaro convocaran para el pasado viernes, a la marcha pacífica “Ni Una Menos”, en repudio y alto a las desapariciones y homicidios en contra de mujeres, principalmente jóvenes en esa región Lacustre.

Esta movilización -sin precedentes de este tipo en ese municipio de casi 100 mil habitantes- fue concurrida con cerca de 600 habitantes, entre hombres, mujeres, niños y familias completas que exigieron, con silencia, justicia para las jóvenes y mujeres desaparecidas y asesinadas en esa región Lacustre de la entidad.

“Pediremos paz en paz, porque recuerden que la violencia genera más violencia”, sostuvieron los asistentes a la manifestación pacífica.

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