Villahermosa.— La Fiscalía General del Estado de Tabasco (FGE) tiene el retrato hablado de una de las dos mujeres que presuntamente habrían participado en el asesinato del periodista José Joaquín Pérez y del fotógrafo Aurelio Hernández, quienes aparecieron sin vida en un hotel.

De acuerdo con el fiscal del estado, Fernando Valenzuela, se han hecho interrogatorios a personal del hotel, además de que se tiene un video que es clave para las investigaciones.

Anunció que se solicitó el apoyo de la Procuraduría General de la República (PGR) para el esclarecimiento de los hechos.

Explicó que las necropsias se concluyeron, pero las muestras patológicas serán enviadas al área de genética de ADN de servicios periciales de la PGR para poder concluir si se trató de envenenamiento o por algún líquido que pudieron haber ingerido provocándoles la muerte.

La FGE informó que se trata de muestras de orina, líquidos gástricos y sangre para detallar los motivos de la muerte, en un caso por insuficiencia respiratoria aguda, y por edema cerebral, en el otro.

La dependencia estatal informó que prepara el embalaje del material y de la cadena de custodia para el trasladado de las pruebas al DF y entregarlos a la dependencia federal.

Además, se dio a conocer que dentro de la habitación donde fueron hallados los cuerpos de los periodistas no hay señales de violencia; sólo se encontraron vasos desechables, latas de cervezas, carteras y teléfonos celulares de ambos.

“Hasta el momento todos coinciden, los testimonios y el gerente, en (la presencia) dos personas femeninas, y sobre eso estamos trabajando, ya tenemos un antecedente de un caso en otro hotel, un modus operandi similar, estamos trabajado sobre eso para ver si encontramos algún patrón de conducta, aunque no se trata de las mismas personas, de los probables responsables, ya se hizo el reconocimiento”, reveló el fiscal.

La FGE descartó que la muerte de los periodistas esté relacionada con el ejercicio periodístico “que en algún momento de su vida realizaron”.

Último adiós.— Ayer, familiares y amigos realizaron las pompas fúnebres para despedir a los periodistas y exigieron el esclarecimiento de los hechos, al asegurar que ambos fueron asesinados.

Felipe Pérez Morales, médico de profesión, presume que a su hermano, el periodista José Joaquín Pérez Morales, lo envenenaron con Diazepan. “En cantidades excesivas puede generar efectos como eso”, dijo.

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