Cuando las nominaciones a los Oscar sean anunciadas la próxima semana, Amazon tiene prácticamente asegurada la primera, aunque posiblemente no la última, de las nominaciones a mejor película para un servicio de streaming.

"Manchester by the Sea" de Kenneth Lonergan, que Amazon compró por 10 millones de dólares en el Festival de Cine de Sundance el año pasado, es considerada por muchos una de las principales contendientes a los Oscar.

Su nominación sería un momento triunfal para los emergentes Amazon Studios, que adquirieron su primera película original ("Chirac" de Spike Lee) en 2015 y siguiendo los pasos de Netflix han cambiado rápidamente el panorama de Hollywood.

Netflix y Amazon tienen una influencia cada vez mayor en la temporada de premios. Interpretan el papel de héroes y villanos en una industria donde su llegada es bienvenida y temida por igual.

Aunque son considerados alteradores del orden, ambos buscan ese poderoso y antiguo estatus de Hollywood, el de ganador del Oscar, para impulsar su prestigio.

"Queremos ganar un Oscar", dijo el director ejecutivo de Amazon Jeff Bezos. Netflix, que ha recibido tres nominaciones en la categoría de documental, aún busca su primer triunfo. Impulsado por "Manchester", Amazon se prepara para vencer a su rival de streaming en las principales categorías de los Oscar.

Ambas han llegado a los Premios de la Academia por vías muy diferentes.

Aunque Netflix le dio a su caballo para los Oscar de 2015, "Beasts of No Nation" de Cary Fukunaga, un amplio estreno en cines, se ha enfocado principalmente en adquirir películas para estrenarlas en su plataforma de streaming. Netflix prefiere estrenar al mismo tiempo en streaming y cines, algo que muchos cines rechazan y también muchos cineastas, pues quieren sus películas en la gran pantalla.

Amazon ha esperado para poner sus películas en su servicio por suscripción, Amazon Prime, hasta que al menos una parte del estreno tradicional se haya realizado. Se asoció con Roadside Attractions para el estreno en cines de "Manchester by the Sea", que ha resultado lucrativo.

Sumó 37,2 millones de dólares a nivel doméstico en nueve semanas, convirtiéndola en uno de los mejores estrenos independientes de 2016.

Lonergan, el dramaturgo veterano de Nueva York cuya película anterior, "Margaret", se vio envuelta en demandas y pleitos antes de que Fox Searchlight la estrenara en muy pocos cines, dijo que su experiencia con Amazon ha sido "el trato más maravilloso que he tenido".

"Si quieren entrar al negocio del cine, genial, porque la gente que ya está en el negocio del cine podría mejorar", dijo Lonergan.

Los requisitos para competir por un premio de la Academia no son estrictos. Los largometrajes deben haberse exhibido en Los Ángeles al menos siete días consecutivos y no pueden mostrarse en otro formato que no sea cine antes de presentarse en salas, pero los estrenos simultáneos son permitidos.

Esta regulación significa que algunas películas de Netflix (algunas de las cuales han sido aclamadas) no pudieron competir porque fueron estrenadas sólo por Netflix. La película de concierto de Jonathan Demme "Justin Timberlake and the Tennessee Kids" se fue directamente al streaming tras ser elegida en su estreno en el Festival de Cine de Toronto.

A pesar de que Netflix y Amazon no publican sus estadísticas de audiencia, ambas películas han sido vistas por mucha más gente en el mundo que si hubiesen tenido un estreno limitado en cines, y sus realizadores se embolsaron grandes cheques. Pero esas películas que van directo al streaming (como la cinta de Vikram Gandhi sobre el joven Obama "Barry") no fueron recibidas con bombo y platillo en su estreno y rápidamente se perdieron en el océano digital.

Para un cineasta como Demme ("El silencio de los inocentes", "Filadelfia"), no tener un estreno en cine es doloroso.

"Me parece que pasar películas por streaming está ahuyentando a la gente del cine porque los cines no quieren exhibir una película si la película será pasada por streaming en tres meses", dijo Demme. "A veces me temo que las empresas de streaming estarían felices si los cines cerraran".

En un comunicado, Ted Sarandos, director de contenido de Netflix, defendió su servicio "como pro cine, pro cineastas y pro cinéfilos". Agregó que colocaría más películas de Netflix en los cines si las principales cadenas de exhibidores no boicotearan sus estrenos simultáneos "colocando el statu quo antes del deseo de los consumidores y la innovación".

"No entendemos cómo puede ser más beneficioso para alguien retener una película para 93 millones de admiradores en el mundo para asegurar que algunos cientos o algunos miles de personas en Nueva York y Los Angeles puedan ver la película en una sala oscura con desconocidos", dijo Sarandos.

"La audiencia en los cines ha ido en declive por décadas. La mayoría de la gente ve la mayor parte de las películas en casa y queremos llevar las películas donde está el público".

La competencia va en aumento. Amazon, con los 30,5 millones de suscriptores de Amazon Prime, gastó el año pasado 337 millones de dólares en contenido original. Planea producir 16 películas al año y está disponible en más de 200 países. Netflix, con casi 94 millones de suscriptores a nivel mundial supera por mucho esos gastos, y desembolsó mil 200 millones de dólares.

Esos grandes presupuestos han sido una bendición para el mercado de cine independiente que había quedado aplastado ante la caída de la venta de DVDs y los menores ingresos en taquilla. Ahora Netflix y Amazon suelen superar las ofertas de otros distribuidores en los festivales de cine.

"Al comprar y buscar productos hacen que el ecosistema de estos distribuidores independientes y divisiones especializadas sea muy difícil", dijo James Schamus, ex director de Focus Features y director de la adaptación a la novela "Indignation" de Philip Roth estrenada el año pasado.

Algunos sean distanciado ante la influencia cada vez más grande de los servicios de streaming. El director Craig Atkinson, del documental sobre la militarización de la policía "Do Not Resist", habló sobre lo que describió como las duras tácticas de negociación de Netflix y el control cada vez mayor sobre los artistas.

Bajo la dirección del productor Ted Hope, Amazon Studios ha ido tras cineastas muy respetados y estrenos de autor, incluyendo películas de Jim Jarmusch ("Paterson", "Gimme Danger"), Woody Allen ("Cafe Society"), Whit Stillman ("Love & Friendship") y Park Chan-wook ("The Handmaiden"). Las películas, ha dicho Hope, son "esencialmente publicidad" para muchos de los otros productos a la venta de Amazon.

También hay indicios de una posible batalla. Sarandos criticó recientemente a Amazon por "no lograr un gran impulso con todo ese gasto".

Quizá terminen por enfrentarse en una categoría, en la que Netflix se ha convertido rápidamente en un respetado líder de la industria. De los 15 documentales preseleccionados para los Oscar cuatro son de Netflix ("The 13th", "Amanda Knox", "The Ivory Game" e "Into the Inferno") y uno es de Amazon, ("Gleason").

Esto es solo una probadita de lo que vendrá. En lo que resta de 2017 Netflix estrenará sus películas más deslumbrantes hasta el momento incluyendo "War Machine" de Brad Pitt y "Bright" de Will Smith. Mientras que el miércoles Amazon dio sus primeros golpes en el año al comprar un esperado documental sobre Grateful Dead antes de su estreno en Sundance.

rad

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