Caetano Veloso y Gilberto Gil tocaron hoy en Tel Aviv ante ocho mil personas, en su mayoría de la comunidad latina y brasileña israelí, en un concierto en el que apenas se dirigieron al público y que estuvo rodeado por la polémica.

Los dos artistas recibieron una cálida acogida por el público israelí, que disfrutó de temas como Terra, Come prima, Tonada de la Luna Llena o Tres Palabras y acabó poniéndose en pie en el Estadio Menorah Arena.

Ambos cantaron, rieron, disfrutaron y bailaron ante la audiencia, si bien apenas hicieron ningún comentario más allá del de instar a los asistentes a cantar o corear algunas canciones.

Como a muchos otros cantantes, el movimiento BDS (Boicot, Desinversión y Sanciones) había pedido a los dos brasileños que cancelasen su concierto en Israel, al considerar que supone un apoyo a la ocupación, pero ambos decidieron venir para aprender en primera persona sobre la situación en el terreno.

"No se puede mezclar la música con cosas de política. No venimos acá por una situación política sino para escuchar su música. Creo que ellos han venido con gran personalidad diciendo: 'Perdonen, pero tenemos un público aquí que nos quiere escuchar" , dijo a Efe satisfecha Ahava Ayel, colombiana israelí.

Su compañero, el brasiñelo judío residente en Israel Yuri Lindenbaum aseguró que para él "es muy emocionante poder recordar la música brasileña aquí en Tel Aviv y ver a Gilberto Gil y Caetano Veloso. Estoy muy feliz y muy emocionado" .

Los dos cantantes visitaron el domingo junto con activistas israelíes el poblado palestino de Susia, en Área C de Cisjordania (bajo control militar y administrativo israelí) y amenazado con órdenes de demolición inminentes del Ejército israelí.

"Decidimos no cancelar el concierto porque preferimos hablar, dialogar y también porque queríamos aprender más. He estado en Israel varias veces y siempre he amado este lugar. Pero se que la situación es difícil y dura" , señaló ayer Veloso en una rueda de prensa en un encuentro con artistas israelíes.

"Ayer fui a Susia ayer y regresé queriendo decir: hay que parar la ocupación, hay que parar la segregación" , dijo, y añadió: "Casi lloro cuando fuimos a Susia porque lo que oí de un exsoldado (israelí) y de un palestino que vive al sur de Hebrón es demasiado duro" .

Veloso declaró que "la situación es demasiado difícil" , pero señaló que él es "solo un visitante" que ha venido para cantar.

Sus comentarios, sin embargo, han dado que hablar y le han valido no pocos reproches en las redes sociales.

Gil y Veloso se vieron también ayer con el expresidente israelí Simón Peres, que los recibió en el centro que lleva su nombre y donde se reunieron con un grupo de niños judíos y palestinos para expresar su apoyo al diálogo y la tolerancia.

"No hemos considerado ni un momento cancelar nuestro concierto en Israel. Nosotros amamos Israel y estamos contentos de actuar en un lugar donde hay esperanza de paz" , manifestó Veloso, según un comunicado del Centro Peres de la Paz.

Los llamamientos a los brasileños para que se uniesen al boicot a Israel se intensificaron el pasado mayo, cuando el solista de Pink Floid, Roger Waters, y del cardenal sudafricano Desmon Tutu, señalaron su admiración por el trabajo de Veloso y Gil y su "histórico compromiso con la lucha por la justicia, la libertad y la igualdad" y les pidieron que cancelasen su concierto.

En una carta personal a Waters, de la que dio cuenta la semana pasada el diario O Globo, Veloso le respondió que "la compleja situación en Oriente Medio no le parecía tan blanco o negro" como en la Sudáfrica del Apartheid, en la que se abstuvo de actuar.

"Quiero aprender más sobre lo que ocurre en Israel. Nunca cancelaría un concierto para decir que básicamente estoy contra todo el país, a menos que estuviera, con todo mi corazón, en contra de él. Pero éste no es el caso" , escribió.

cvtp

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