Es el espacio de las intimidades, de los chismes sabrosos, de las conversaciones sobre la vida y en donde, para Eugenia León, está la esencia del hogar, el lugar donde se unen mujeres, parejas y familias enteras para elaborar platillos deliciosos para fechas especiales.

Es la cocina. Y la cantante abre las puertas de la suya a EL UNIVERSAL para compartir (junto a Lupita, su compañera de guisados) uno de sus platillos favoritos para la fiesta de Año Nuevo: tortitas de camarón con mole, romeritos, papas y nopales.

Mientras prepara taquitos en su cocina, Eugenia habla de todo: de cómo al convertirse en mamá de Eugenio cambió su forma de celebrar estas fechas, de la nostalgia por la gente que se va, de los discos que ha sacado (en los que la literatura ha jugado un papel indispensable) y de los proyectos que planea para el próximo año: un disco inspirado en las nuevas generaciones de músicos y un show musical que, mencionó, tiene que ver con las mujeres.

“No está armado a partir de las canciones (del álbum), está armado a partir de nosotras las mujeres, ¿qué es ser mujer y además cantante? Yo decía: ‘¿cómo decirle algo a la gente de nuestro país que está con un descreimiento terrible, con una decepción, con algo que se reitera y se reitera? Nos engañan, nos toman el pelo los políticos, se llevan el dinero, ya es la costumbre de México vivir así’. Entonces dices: ni regañar ni llorar por lo que nos pasa sino aportar a la gente las ganas de seguir siendo mexicana”.

Asegura que no será un espectáculo de denuncia. Será hablarle a la gente con el corazón, como intenta cada que lanza un disco o hace espectáculos. Para ella, esta forma de comunicación es también su aportación al mundo.

“Será hablar a nombre de todas esas niñas, mujeres y jóvenes desaparecidos, no en el duelo sino en honrarlos con la vida.

“Cuando se murió Betsy Pecanins me quedé muy triste y pensando en cuál había sido su lucha. He platicado con otras amigas cantantes, acabo de estar con Magos Herrera y le contaba mi tristeza por Betsy y me dijo unas palabras preciosas: finalmente todos somos tan iguales, lo que nos diferencia es qué hacemos para ser mejores personas, qué hacemos para devolverle la confianza a las mujeres y a las niñas que hoy no sabemos si van a regresar a su casa cuando salen al trabajo, a la escuela, a tomarse un aire, a una fiesta, lo que sea”, reflexiona León.

La nueva Eugenia. A diferencia de sus recientes producciones, como Ciudadana del mundo, en las que ha trabajado de la mano de varias artistas, le gustaría que ahora fuera unipersonal.

“Creo que es importante que presente un trabajo donde esté yo, tomar elementos que harán del show un intercambio amoroso de generaciones.

“Las jóvenes ahora hacen a José Alfredo, Agustín Lara y todo eso; ahora yo hago lo que hacen los jóvenes, los nuevos compositores”.

Hace unos meses lanzó un disco con muy pocos ejemplares (que no están a la venta) titulado Mi Oaxaca y que es parte de la promoción turística del estado nombrado patrimonio de la humanidad. Sin embargo, es más que un disco: es cerrar los ojos y que los textos de Mardonio Carballo en voz de Eugenia nos transporten a los rincones de Oaxaca, a las noches verdinegras de las que hablaba Octavio Paz, del mercado, el mole, las iglesias, del lugar donde el Dios nunca muere, la tierra del sol que nos llena de inmensa nostalgia.

“Dice Mardonio que para disfrutar de Oaxaca hay que huir de la obviedad, hay que ir a los rincones donde a veces la gente no va a nivel turístico, vas descubriendo la riqueza de una ciudad en cualquier esquina”.

Para Eugenia proyectos como el de Oaxaca, que desembocó en un disco, bien podría estar en la televisión y abarcando más. Adelantó, sin dar muchos detalles, que ya trabaja en ese proyecto y que los primeros meses de 2017 se tendrán noticias de su estreno.

“¿Otro taquito?”, pregunta amable y ante el “sí”, comienza a prepararlo.

En la conversación surge también el canto cardenche (únicamente con la voz), incluido dentro de su disco Puño de Tierra y que tiene una gran carga nostálgica. “Cuando hago un disco me rodeo de elementos literarios, plásticos, musicales y de todo para ambientarme y darle un sentido a ese disco que sin explicarlo, lo sientes. Si tú sentiste algo con un disco lo logramos.

“Puño de tierra es la desolación también de ese México post revolucionario donde surge la música de Silvestre Revueltas, donde están las obras de Juan Rulfo que describen más o menos ese ámbito árido, esa guerra lejana, que se oye por ahí una trompeta, la guerra de los cristeros; todo ese ambiente donde él creció es lo que yo quise poner en ese disco con canciones”.

Otro disco de Eugenia León en el que vale la pena sumergirse es aquel en el que rinde homenaje a la Época de Oro del cine mexicano y que se titula Cine. Un rato después de platicar en su cocina, sonriente y amable, pregunta si queremos otro taquito. Ante la negativa (después de varios) abraza y despide a sus invitados deseando un feliz Año Nuevo.

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