El mexicano que es cazado por un estadounidense

cesar.huerta@eluniversal.com.mx

Morelia.- “Viví años en Estados Unidos y me llamaba la atención la retórica del odio y el tema del migrante”, recuerda Jonás Cuarón en un encuentro con la prensa en esta ciudad.

Entonces, apunta el también coescritor de Gravedad, ganadora del Oscar, no sabía cómo contar una historia con esos puntos.

Pasó el tiempo y fue cuando aprovechó su gusto por el cine de los 70, con cintas como Reto a la muerte, de Steven Spielberg, la cual a través de la acción, mandan mensaje político.

“Estamos acostumbrados, por norma, a ver a un estadounidense huyendo de narcos mexicanos, de talibanes, pero qué pasaba si un mexicano era el que huía de ellos”, agrega.

Así comenzó Desierto, su segunda película, que cuenta con la actuaciones de Gael García Bernal (Y tu mamá también), en el papel de un hombre que carga lo que sería un regalo para su hijo y está siendo cazado por un gringo, encarnado por Jeffrey Dean Morgan (The walking dead).

La película estrena el próximo fin de semana en cines mexicanos.

“Es una historia de supervivencia antes que nada y del tema migratorio, algo que nos conecta a todos y claro que me interesa la reacción en el mundo, en EU”, considera el hijo del también realizador, Alfonso Cuarón.

“Soy papá y como escritor siempre se piensa que nos mantendría luchando hasta el final y lo principal, siempre, son los hijos”, subraya.

Alfonso, junto con su hermano y tío de Jonás, Carlos Cuarón (Rudo y cursi) fungieron como productores de la historia rodada en el desieto bajacaliforniano. A ellos se sumó en la aventura Alex García (Tropa élite).

“Lo más importante es que este chamaco, ya hace todo solo”, bromea Alfonso, a pregunta expresa.

Desierto, que será distribuida por Cinépolis, la cadena exhibidora más grande de México, logró el premio FIPRESCI de la crítica dentro del Festival Internacional de Cine de Toronto.

En el elenco figuran, entre otros, Diego Cataño (Temporada de patos) y Marco Pérez (Amores perros).

La dirección de fotografía recayó en Damián García (Chicogrande).

“El desierto es una belleza y siempre hablamos de hacer algo dinámico, con tomas abiertas”, expresa.