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El cine independiente se ha distinguido a lo largo de los años por presentar historias diferentes, protagonizadas por personajes poco convencionales y en ocasiones contadas con un lenguaje distinto; la nueva cinta de Sean Baker, Tangerine, no es excepción.

El filme es protagonizado por un par de transexuales de Los Ángeles, California, y por el otro, está filmada en su totalidad con un iPhone.

Aunque al inicio no era la intención de Baker filmar así, el alto costo que tendría ocupar un equipo profesional y lo que conlleva posproducir decidieron utilizar y beneficiarse de las nuevas tecnologías.

“Al inicio pensábamos asociarnos con Apple, pero al parecer les pareció algo arriesgado o sintieron que la historia que queríamos contar no se relacionaba mucho con su marca, de cualquier manera tuvimos que trabajar con nuestros iPhones y algunos otros que compramos a los que les añadimos lentes especiales y luces, pero que en comparación con utilizar un equipo cinematográfico profesional era más barato”, señaló Baker.

La historia que presenta el cineasta es un drama con tintes de comedia que muestra a dos amigas transexuales que se prostituyen en West Hollywood.

La historia narra cómo la prostituta Sin-Dee Rella (Kitana Kiki Rodríguez) regresa a las calles y se entera por su amiga Alexandra (Mya Taylor), que su novio proxeneta Chester la engañó.

El realizador señaló que a través de su lente buscó retratar estas minorías que suelen vivir en los barrios más pobres y desfavorecidos de Los Ángeles.

A pesar de que este tabajo tiene la innovación de haber sido filmada con teléfonos móviles, Sean añadió que es un filme hecho para verse en la pantalla grande y que utilizar este tipo de dispositivos no implica que el cine en Wide Screen tenga que morir.

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