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cesar.huerta@eluniversal.com.mx
Andrés Clariond Rangel es un cineasta surgido de la clase alta, económicamente hablando, pero asegura que siempre ha sido crítico de ella y las incongruencias en su seno.
Hijo de quien fuera presidente del Consejo Mexicano de Hombre de Negocios y nieto de un ex gobernador del estado de Nuevo León, un día decidió ser director de cine.
Entonces tuvo que luchar contra parte de su familia, donde le decían que lo tomara como hobby y trabajara en otra cosa y explicara a sus amigos que veía películas para aprender y no necesariamente sólo divertirse.
“Era algo difícil en una sociedad conservadora”, recuerda.
Vio una puesta en escena donde se criticaba a la clase de donde provenía y decidió que sería su ópera prima.
Así salió la comedia de humor negro Hilda, con Adriana Paz y Verónica Langer, donde una mujer surgida del movimiento estudiantil del 68 es rica y abusa de la mujer de servicio que le asiste.
“Sí, a lo mejor sí es una crítica, pero lo es más hacia lo difícil que es ser congruente en lo general, en donde a vaces las situaciones te ponen en lugares así de complicados.
“Ahora que, si ves la película, definitivamente mucha gente del 68 se acopló al status quo, eso es definitivo, pero no es nada más algo que pase en México”, abunda Clariond Rangel.
Hilda sigue la línea de autocrítica de realizadores de familia rica, cuestionando a su propia clase, como lo hizo Gary Alazraki en Nosotros los nobles, vista por 7.2 millones de espectadores en salas nacionales.
El realizador, quien estudió en EU, aclara que su ópera prima la filmó antes de que se supiera la existencia de la otra.
En algún momento, recuerda Paz, su protagonista, hubo ciertos roces porque el personaje de sirvienta y mamá, no compaginaba con la realidad.
“Por ejemplo, yo no quería ser una empleada doméstica y agachona, quería darle dignidad a Hilda para que funcionara en este universo, pero él me decía que no, que no era yo, sino el personaje y afectaría el tono de la película”, recuerda Adriana.
“Y tenía razón, ya viéndola”, reconoce la ganadora del Ariel, por La tirisia.
Abunda Langer, su compañera en escena:
“El mío es de una mujer que ha claudicado en sus ideales y por sus situación de soledad, se ha obesionado con Hilda”.
El filme saldrá en 120 salas bajo el sello Cinépolis, ya con su empresa en distribución.
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