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La nueva generación de atletas mexicanos reclama su lugar en la historia del deporte internacional.

Cuatro años después de una actuación histórica en Guadalajara 2011, son los nóveles talentos quienes buscan despegar el vuelo en los Juegos Panamericanos de Toronto que abren el telón el viernes.

Respaldados por sus resultados en contiendas internacionales, un puñado de  “jovencitos”  entra en acción en  tierras canadienses, con el objetivo de demostrar que la juventud puede ser un factor a favor en la justa.

Uno de esos casos es el de Saúl Gutiérrez, un taekwondoín que  acaparó las miradas al llevarse la medalla de bronce en el Mundial de Rusia en mayo pasado. La única presea para la delegación nacional.

El queretano vivirá sus primeros Panamericanos sin presiones, pero consciente de la responsabilidad de pertenecer a una disciplina ganadora.

“En taekwondo, México es siempre rival a vencer. Trataré de corresponder a lo que la gente y mi país esperan de mí. En lo que  respecta al equipo, aunque la mayoría somos muy jóvenes, ya contamos con experiencia profesional y buenos resultados, así es que vamos a sacar la casta y a regresar a casa con buenas cuentas”, dijo el competidor.

Raúl Curiel aún no cumple los 20 años de edad y ya cuenta con su boleto a los Olímpicos de 2016. Además, es una de las cartas fuertes en Toronto.

“Cuando tienes pasión por algún deporte, las cosas se dan solas. En un par de años, mi carrera despuntó y mis sueños se cumplieron”, dijo el boxeador. “Ojalá pueda concretar una meta más en los Panamericanos.  Me siento orgulloso, porque a pesar de mi edad, he conseguido que se vuelva a pensar en el boxeo como una carta fuerte en competencias internacionales”.

Los saltos ornamentales cuentan con un representativo que combina experiencia y juventud.

Entre sus deportistas más pequeñas están Alejandra Orozco (plataforma), quien ya cuenta con una medalla de plata en Londres 2012 y Dolores Hernández (trampolín de tres metros), doble campeona en los Juegos Centroamericanos de Veracruz. Ambas tienen apenas 18 años.

“Es muy gratificante ver que los clavados siguen produciendo talentos de muy corta edad. Las albercas están llenas de niños desde los tres años y eso está muy padre. Cada año, los Campeonatos Nacionales tienen a más niñas y niños que buscan alcanzar el sueño olímpico y eso es motivante. Si conseguimos buenos resultados, eso será un gran aliciente para el próximo Campeonato Mundial  en  agosto y los Juegos Olímpicos”, señala Orozco.

Aunque en el ciclismo, las miradas estarán puestas en Daniela Campuzano  y Lorenza Morfín, las exponentes de más experiencia, Yarely Salazar intentará demostrar cuanto ha crecido desde que ingresó a la Selección Nacional.

“Son mis primeros Juegos y quiero hacerlo bien. Yo sé que hay países fuertes como Colombia, pero mi preparación me respalda para no pasar inadvertida”, dijo Salazar.

Así, aunque la Delegación Mexicana confía en sus atletas veteranos para alcanzar el quinto lugar en el medallero continental, la sangre nueva  también espera dar la campanada.

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