El Manchester City, impulsado por Kevin De Bruyne e Ilkay Gündogan, se vengó de la goleada de hace dos semanas en el Camp Nou y derrotó con contundencia al Barcelona (3-1), para allanar su pase a octavos de final de la Liga de Campeones y aplazar la clasificación blaugrana.

Sabían los locales de la importancia de sumar los tres puntos, ante un equipo al que no habían ganado nunca en cinco partidos de Champions, para no complicarse el pase a la siguiente ronda.

El portugués André Gomes fue el elegido por Luis Enrique para ocupar la plaza del lesionado Andrés Iniesta en la medular, mientras que Sergio Busquets regresó a la titular después de descansar ante el Granada el fin de semana.

Pep Guardiola, por su parte, hizo dos modificaciones con respecto al equipo que fue goleado hace dos semanas (4-0): Willy Caballero entró por la sanción de Claudio Bravo y Sergio Agüero, incomprensiblemente suplente en Barcelona, fue la referencia arriba de los ingleses.

Fue un juego de ritmo alto, típicamente inglés, con el City presionando valientemente muy arriba la salida de balón e intentando mover la redonda con Silva y Gündogan.

La afición local, siempre crítica con las actuaciones arbitrales en los encuentros frente al Barça, tuvo motivos para enfadarse todavía más cuando —a los 10 minutos— árbitro obvió un penalti de Samuel Umtiti sobre Raheem Sterling y mostró amarilla al inglés.

A los 21 minutos, Lionel Messi —de quien no se tenían noticias hasta ese momento— decidió aparecer, y en un contragolpe de libro puso por delante a los suyos.

Una contra magníficamente bien llevada por Neymar y mal defendida por los de Guardiola, la culminó el crack argentino con la zurda ante la tímida salida de Caballero. Quinto tanto en sus cinco partidos frente al City, para inaugurar el electrónico, cuando mejor estaban los locales.

A falta de seis minutos para el descanso, un error de Sergi Roberto en la salida dejó a la defensa vendida, y Sergio Agüero abrió a la derecha, donde Sterling la puso de primera al área pequeña y Gündogan remachó a placer para iniciar la remontada del City.

En el segundo tiempo, Sergio derribó por detrás a David Silva poco fuera del área y el tiro libre directo posterior lo mandó al fondo de las mallas De Bruyne, culminando la remontada local.

Seguían acumulando ocasiones los británicos ante la pasividad de un Barcelona dormido. Primero, una falta desde la derecha de De Bruyne no encontró rematador y, en el 67’, no llegó por milímetros el propio internacional belga a un preciso centro desde la izquierda de Aleksandar Kolarov.

Y, a falta de un cuarto de hora, De Bruyne abrió a la derecha, Jesús Navas puso el balón al punto de penalti y Gündogan, tras un fallo del “Kun”, lo empujó al fondo de la red.

Luis Enrique dio entrada a Rafinha en busca de una reacción, pero el marcador no se volvió a mover y las incrédulas gradas del Etihad celebraron, entre cánticos a viva voz del “Blue Moon”, el himno oficioso del City, el primer triunfo de su equipo sobre el Barcelona en seis partidos y el paso de gigante dado hacia los octavos.

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