deportes@eluniversal.com.mx

Ali, el más grande, partió en este 2016. Muhammad fue una de aquellas personas que nacen cada mil millones. De los que trasciende más allá de su deporte y deja una huella en la historia de la humanidad.

Su legado en el boxeo es enorme, pero es más grande aún su huella fuera de los encordados.

“Ali será recordado como el más grande de todos los tiempos. Además, por haber luchado contra la discriminación y el abuso de poder. Sus acciones por la justicia marcaron la vida su vida. Dejó muchas lecciones para todos. Fue muy amigo de mi padre [José Sulaimán], con el que viajó a muchos rincones de México”, recuerda Mauricio Sulaimán, presidente del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).

Originalmente llamado Cassius Clay, sorprendía por ser un peso completo que flotaba sobre el ring. Un maestro para esquivar golpes y un especialista para conectar en el lugar preciso a sus rivales.

Era literal lo que decía al describir su manera de pelear: “Flota como una mariposa, y pica como una abeja”.

Fue medallista de oro en los Juegos Olímpicos de Roma 1960. Con la atención mediática por su triunfo, empezó a denunciar que su propia sociedad le negaba la entrada a lugares públicos por el color de su piel, pese a ser campeón olímpico.

Fue monarca mundial tanto por el CMB como por la Asociación Mundial de Boxeo.

Aún se recuerdan sus guerras sobre el ring contra Sonny Liston, Henry Cooper, Joe Frazier, George Foreman y Ken Norton, por mencionar las más representativas.

“Arriba del ring, simplemente fue el mejor que se haya visto entre los pesados, por la capacidad atlética y destructiva que tenía”, destaca Carlos Alberto Aguilar, cronista de boxeo en TV Azteca.

Decidió cambiar de religión al islamismo y con ello también renunció al que consideraba su “nombre de esclavo”.

Rehusó asistir a la guerra contra Vietnam, lo que le costó perder su título de campeón mundial y su licencia para boxear. Alzó la voz para defender los derechos de los afroamericanos que vivían una época de segregación en los años sesenta, en el vecino país del norte.

Su entrada al Salón de la Fama de Boxeo Internacional de Canastota fue algo natural, mientras que la BBC y Sports Illustrated lo nombraron como “deportista del siglo XX”. En tanto que el Consejo Mundial le dio el título de “Rey del Boxeo”.

“Lo más importante que generó Muhammad Ali fue convertirse en una figura deportiva y mediante eso se exaltó hacia todo el mundo social, hacia la política, hacia el beneficio en común. Trascendió por pensar no sólo en un bien como campeón del mundo, sino por su preocupación por cambiar su sociedad”, agrega Alberto Aguilar.

Ali no fue la única partida dolorosa en el mundo deportivo este año, también afectaron las de Johan Cruyff, Arnold Palmer, Carlos Alberto, Raúl Cárdenas, entre otros.

El mundo del balompié vio partir al motor del llamado “futbol total” de la selección holandesa de 1974. De igual manera se despidió la leyenda del AC Milán, Cesare Maldini, quien ganara múltiples gallardetes en su faceta como jugador y también como entrenador.

Arnord Palmer puso de luto al golf. Su partida tocó profundo entre los aficionados al ser considerado uno de los mejores jugadores de todos los tiempos. “The King” ganó siete Majors.

El deporte olímpico le dijo adiós a la gimnasta checa Vera Caslavska, que fuera nombrada como la “novia de los Juegos de México 1986”. Es la única que ha ganado oro en todas las pruebas del all around.

Fueron varias figuras las que dejaron de existir este 2016, pero no así sus legados deportivos.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses