Antes de comer, después de ir al baño o tras haber estado en la calle, son las circunstancias más frecuentes en que las personas se lavan las manos. Pero, ¿te has preguntado alguna vez con qué frecuencia realmente se debe realizar este hábito de higiene para disminuir el riesgo de enfermar?

Priya Sampathkumar, especialista en Enfermedades Infecciosas de la Clínica Mayo en Chile, señala que si bien no hay un número específico o adecuado de veces para lavarse las manos a diario, sin duda es bueno hacerlo en las situaciones antes mencionadas.

Sin embargo, entrega un dato a tomar en cuenta: la cocina es donde existe la mayor probabilidad de contraer microbios que enferman.

"Eso se debe a que ciertos alimentos tienden a albergar bacterias nocivas cuando están crudos, especialmente el pollo, el pescado y otras carnes. Cuando uno prepara esos alimentos en la cocina, las superficies alrededor de ellos pueden contaminarse. Por ello, lavarse muy bien las manos antes y después de preparar los alimentos, junto con limpiar minuciosamente los bancos de la cocina, puede ayudar mucho para reducir la cantidad de microbios que uno lleva en las manos", explica.

La especialista agrega que lavarse las manos con agua y jabón es una manera rápida y fácil de limpiarlas. Y aclara que el jabón antibacteriano no elimina mejor los microbios que el normal y que incluso "su uso puede conducir al desarrollo de bacterias resistentes a sustancias antimicrobianas, lo que dificulta la eliminación futura de esos microbios".

¿Y qué pasa con el alcohol gel?

Sampathkumar señala que esos productos limpian igual que el agua y el jabón, siempre y cuando las manos no estén visiblemente sucias.

"Por ejemplo, si una persona estuvo trabajando en el jardín o con un vehículo motorizado, entonces necesita agua y jabón; pero en la mayoría de situaciones diferentes, basta con un desinfectante", aclara.

Para que el alcohol gel sea efectivo, es necesario usar una cantidad de alrededor de 2,4 cm (un poco más que una moneda de 10 pesos) y esparcirlo para cubrir toda la superficie.

Las manos quedarán limpias una vez que se seque el alcohol, lo que ocurre en entre 15 y 20 segundos.

"Cuando una persona se limpia las manos a menudo durante el día, el desinfectante podría en realidad ser mejor alternativa que el agua y el jabón, porque los desinfectantes suelen también contener humectantes y, por tanto, tienden a ser más suaves con las manos que el agua y el jabón", explica la especialista.

Según Sampathkumar, adquirir el hábito de limpiarse las manos regularmente puede conllevar ventajas importantes.

En este sentido, señala que estudios han demostrado que en las comunidades donde se motiva a los niños a lavarse las manos a menudo, las enfermedades y las ausencias escolares disminuyen, y el riesgo de contraer diarrea o una infección respiratoria se reduce en alrededor de 30%.

"A pesar de que parezca insignificante, tomarse el tiempo de verificar que las manos estén limpias puede marcar una gran diferencia en la salud", concluye la especialista.

kal

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