Un grupo de investigadores del Centro de Innovación Aplicada en Tecnologías Competitivas (Ciatec) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) desarrolló un nuevo material denominado madera líquida para combatir la deforestación en México.

El producto está hecho a base de aserrín, PET y polietileno de alta densidad, lo que lo hace más resistente a la madera común, indicó el coordinador del Departamento de Investigación en Materiales del Ciatec, Sergio Alonso Romero.

Además, el producto es ligero debido a su baja densidad molecular y es versátil, pues al variar la proporción de los insumos tiene diferentes características y puede ser extruido e inyectado como cualquier plástico, detalló Alonso Romero en una entrevista con la Agencia Informativa del Conacyt.

Aunque la mezcla de plásticos y madera para crear nuevos materiales no es una idea nueva, el investigador comentó que su producto es diferente por los materiales que utiliza y por su proceso de elaboración.

“Se crearon diferentes formulaciones de plástico mezclado con aserrín de madera de pino y al final, después de toda la parte técnica y diseños experimentales, llegamos a un producto que fue comparado con la madera porque a nivel de compresión tiene el doble de resistencia que ésta”, explicó.

Para obtener la madera líquida se tiene que moler y fundir el PET, mezclarlo con aserrín y aditivos, los cuales tienen propiedades adecuadas de acuerdo con la aplicación que tendrá, para luego moldearlo conforme a la forma del producto final, expuso.

El proyecto de Alonso Romero surgió en 2009 a partir de la necesidad de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción de Guanajuato de contar con una opción para evitar el uso de la madera de pino para la cimbra y los polines en sus actividades.

El proyecto contó en ese tiempo con el financiamiento del Fondo Sectorial de Desarrollo Científico y Tecnológico para el Fomento de la Producción y Financiamiento de Vivienda y el Crecimiento del Sector Habitacional (Conavi-Conacyt) para su desarrollo.

Una vez concluido, el material se presentó a los posibles clientes pero no tuvo un buen recibimiento debido a su apariencia plástica y a los altos costos de producción en comparación con la madera normal, a pesar de demostrar su eficacia.

“A la hora de hacer el plan financiero y la inversión que se requería se cayó el proyecto. Estábamos teniendo un costo de un polín de 70 pesos contra nuestro material como de 150 pesos”, relató Alonso Romero.

En ese sentido, el investigador dijo que destinar el producto como cimbra fue una idea fallida pues carece de valor agregado, por lo que se trabaja en proponer la madera líquida en todos aquellos mercados que utilizan la madera convencional.

“Estamos haciendo una base de madera líquida para muebles finos. La empresa de Silao que genera muebles de exportación está interesada en el material y hay un intermediario que busca comprar la patente”, misma que se encuentra en proceso de aprobación, sostuvo.

A la par, Alonso Romero aseguró que analiza una aplicación más para que el producto se utilice como fachaleta, que es la decoración que se utiliza en los frentes de casas y edificios.

kal

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