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Guatapé, Colombia.— México evitó un apagón por falta de energía eléctrica de alcance nacional en Colombia. A través de la empresa italiana Prysmian, le proporcionó a ese país cable de potencia que no estaba disponible en ninguna parte del mundo para reparar el daño causado por un incendio en la mayor central hidroeléctrica colombiana: Guatapé.

El pasado 15 de febrero, esta central, de Empresas Públicas Medellin (EPM), sufrió daños a raíz de un incendio provocado por una falla técnica en los cables de alta potencia.

La hidroeléctrica tuvo que salir de operaciones afectando a las centrales de Playas y San Carlos, situación que obligó a EPM a reparar la central en el menor tiempo posible.

Jorge Londoño, gerente general de EPM, calculó que el daño económico por la energía que se dejaría de vender superaría 200 millones de dólares.

El principal problema es que el cable que se requería sustituir no estaba disponible en ninguna parte del mundo y su fabricación llevaría tiempo.

A ello se sumó el efecto de El Niño, lo que redujo las lluvias que llevaron a las principales presas de Colombia a niveles mínimos que ponían en riesgo el suministro de energía eléctrica.

Dadas las circunstancias, EPM contrató como proveedor a Prysmian, fabricante de sistemas de cables y accesorios para telecomunicaciones y energía, con presencia en México.

Jaquad Ben-Hamman, director general de Prysmian México, comentó que ofrecieron a EPM negociar con otro de sus clientes, CFE, que en ese momento disponía de dicho cable.

México apoyó a Colombia con el préstamo de 57 carretes con una longitud de 30 kilómetros de cable de potencia, fabricados por Prysmian.

Con el cable disponible y personal especializado, se estimó que la reparación de la central estaría concluida hacia finales de julio. Pero las labores permitieron adelantar casi dos meses el reinicio de sus operaciones.

Los trabajos de reparación permitieron ir recobrando capacidad de generación de Guatapé entre marzo y junio; primero en 25%, 50% y 75%, y a partir del 25 de junio, al 100%.

“La reparación constituye un caso de éxito no sólo para Prysmian. Sabemos que esto no hubiera funcionado sin la ayuda de un gran aliado: CFE”, dijo Ben-Hamman.

Al poner en operación toda la central, Jorge Londoño dijo que el riesgo de un apagón nacional se esfumó.

Se pusieron en operación las ocho unidades generadoras que en conjunto le dan a la hidroeléctrica una capacidad de 560 megawatts (MW).

Londoño afirmó que las finanzas de EPM no se vieron afectadas. Los costos en los que se incurrió por los trabajos de reparación, incluyendo compra e importación de insumos, serán cubiertos por el seguro de la firma.

Un factor clave fue la llegada de 30 kilómetros de cable, accesorios y herramientas, con un peso de 800 toneladas, que sirvieron para reparar el tramo de cable dañado.

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