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La Comisión Federal de Electricidad (CFE) liberará y rentará capacidad de almacenamiento de combustibles líquidos por más de 10 millones de barriles hasta 2030, anunció el director de la empresa productiva del Estado, Jaime Hernández.

De esta forma, CFE busca participar en la cadena de valor de petrolíferos (gasolinas) de forma rentable, a través de sociedades en las que la empresa aportará el uso de su infraestructura de almacenamiento y el área que esta ocupa, y los socios aportarán recursos para adecuar las instalaciones.

Al anunciar el Proyecto de Infraestructura de Almacenamiento de Combustibles Líquidos, Hernández detalló que el proceso será conducido por la filial CFEnergía e iniciará en el primer semestre del año.

El directivo de CFE comentó que con la sustitución de combustóleo para la generación de electricidad, algunos tanques de almacenamiento permanecen vacíos, lo que va a permitir liberar esa capacidad de almacenamiento gradualmente en los próximos 12 años para las empresas privadas distribuidoras de gasolinas y diesel que deseen contratarla.

Por el momento y como proyecto piloto, la capacidad de almacenamiento disponible se encuentra en Baja California y en Sonora.

En Baja California, CFE ofertará 10 tanques con una capacidad de almacenamiento de hasta 574 mil barriles distribuidos en tres ubicaciones: Rosarito, Ensenada y Mexicali.

En esa entidad, el mercado de petrolíferos lo integran 600 estaciones de servicio que cubren una demanda de 52 mil barriles diarios.

En Sonora, serán 21 tanques con una capacidad de almacenamiento de mil 20 barriles, también en tres ubicaciones: Guaymas, Puerto Libertad y Caborca. El mercado de petrolíferos en esa entidad lo conforman 470 estaciones de servicio, y la demanda asciende a 46 mil barriles diarios.

La elección de estos dos estados se debe a que tienen una importante actividad económica y, conforme a lo establecido por la Comisión Reguladora de Energía (CRE), serán las primeras entidades en las que se liberalicen los precios de la gasolina y el diesel.

Aclaró que, en todo momento, los tanques de almacenamiento y los terrenos en donde se encuentran seguirán siendo propiedad de CFE.

Al detallar el esquema que habrá de seguir CFE, Hernández reconoció que actualmente México mantiene bajos niveles de inventarios de petrolíferos.

Esta situación se debe, dijo, a que las 78 terminales de almacenamiento que hay en el país se encuentran saturadas en función de la creciente demanda de combustibles, “y hay ocasiones, como lo ha referido el secretario de Energía, Pedro Joaquín Codwell, en que sólo se cuenta con reservas para cubrir las ventas de estos combustibles en México durante dos o tres días”.

Ese dato es insuficiente para garantizar la seguridad energética, indicó.

Por ello, comentó que CFE ha dejado de ser una empresa de electricidad para convertirse en una de energía, por lo que, por primera vez, puede comercializar combustibles y participar de manera directa en actividades relacionadas para su almacenamiento.

El directivo de la empresa productiva del Estado indicó que se impulsa una estrategia de sustitución de combustibles caros y contaminantes, como el combustóleo y el diesel, por otros menos costosos y más amigables con el medio ambiente, como el gas natural y las energías renovables.

Al hacerlo, se ha liberado capacidad de almacenamiento que anteriormente se utilizaba para proveer combustibles líquidos como combustóleo y diesel a las centrales de generación.

Además, en los próximos años, con la entrada en operación de nuevas centrales de ciclo combinado, la conversión de otras que operaban con combustóleo y el retiro de aquellas con tecnología rezagada, podemos esperar que se libere aún más capacidad.

De hecho, se espera que en las 41 centrales que la empresa tiene en el norte del país, se puedan liberalizar 5.3 millones de barriles, y en las 19 centrales de la zona centro y sureste, otros 5.4 millones de barriles.

Por lo tanto, la CFE puso a disposición del mercado de combustibles esta infraestructura de almacenamiento, contribuyendo a aumentar la seguridad energética de México.

Con ello, las subsidiarias de generación que ahora se tienen podrán beneficiarse de la inversión en activos subutilizados o aquellos que ya no se utilizarán, como es el caso de la infraestructura de almacenamiento, aumentando sus ingresos y la competitividad de cada una de estas empresas en el nuevo mercado eléctrico.

La infraestructura de almacenamiento se encuentra ubicada estratégicamente en todas las regiones del país y cuenta con una capacidad potencial que se liberará paulatinamente en los próximos 12 años, para almacenar hasta 10.7 millones de barriles de combustibles líquidos.

Con ello, prácticamente se duplicaría la capacidad actual de almacenamiento del país.

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