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Los bajos precios del petróleo y la astringencia financiera de Petróleos Mexicanos avizoran un 2016 complejo para la empresa, que va a tener que dar prioridad a aquellos proyectos que generen mayor valor y evitar que sufran el recorte presupuestal que requiere realizar, reconocieron fuentes de la petrolera.

Con relación a las limitaciones presupuestales, indicaron que “lo que está haciendo Pemex en épocas de astringencia presupuestal como la vivida el año pasado y como la que estamos viviendo, es tratar de hacer eficientes sus procesos, optimizar sus recursos y ubicar las inversiones donde nos generan mayor valor”.

Por mucho, dijeron, las inversiones en exploración y producción son más rentables que en transformación industrial. “Aquí le hemos venido inyectando recursos todos los años; todos los años invertimos en exploración, descubrimos y todos los años estamos desarrollando campos incorporando producción fresca”.

“En cambio en una refinería, tienes cinco, ochos años de puras inversiones, hasta antes de que puedas ver el primer peso de retorno.

“En este momento lo que tenemos que hacer es distribuir los recursos de tal suerte que los proyectos que tengan mayor valor se vean menos afectados, que les recortemos lo menos posible para trata de cumplir con las metas de incorporación de reservas de restitución”, agregaron.

Comentaron que la caída en el precio del petróleo obliga a reducir los ritmos de inversión en casi todos los activos petroleros, incluidos los más grandes y seleccionar aquellos cuyos costos de producción son los más altos, en donde los recortes al gasto son más altos o, en caso de ser necesario, cancelarlos temporalmente.

Por ejemplo, Ku-Maloob-Zaap, considerado el campo más importante que tiene México en este momento va a tener un recorte en su presupuesto de 25.3%, equivalente a 13 mil 565 millones de pesos; a Cantarell, el segundo en la lista, le van a recortar 12.7%, unos 3 mil 942 millones de pesos.

Otros campos deben hacer un sacrificio presupuestal mayor.

Con reducciones en sus gastos mayores a 40% se encuentran Tamaulipas Constitución, Arenque, Delta del Grijalva, Tsimin Xux y Crudo Ligero Marino, considerados los activos más representativos que Pemex opera.

Parte del recorte, tiene que ver con aquellos activos, sobre todo de exploración, en donde la empresa productiva de Estado venía invirtiendo y que salieron de su presupuesto porque fueron incorporados a las rondas de licitaciones para ser adjudicados a la iniciativa privada como

Cuchiapa, Chalabil, Holok, Han, Baksha, Numan, Pohp-Tson, Zazil-Ha y Kayab, en donde hasta 2015 canalizó 12 mil 685 mdp.

En otros activos de exploración que van a seguir en manos de Pemex se analiza reducir sustancialmente las inversiones, dado que la petrolera considera que en este tipo de campos “existen dos elementos fundamentales que determinan la recuperación de hidrocarburos: riesgo e incertidumbre; incertidumbre en el número de barriles a extraer, en el monto de las inversiones y en el costo a ejercer”.

Parte del ajuste en los presupuestos tiene que ver con que los precios de la mezcla del crudo mexicano empiezan a ser tan bajos que están próximos a los costos de producción en algunos activos, lo que los convierte en campos inviables económicamente.

Hasta el cierre de este viernes 15 de enero, el precio promedio de la mezcla se sitúo en 20.7 dólares por barril y los costos promedio de producción que Pemex dio a conocer son de aproximadamente 10 dólares por barril.

De mantenerse la tendencia en las cotizaciones por espacio de un año, más de un campo petrolero va a dejar de ser rentable, reconocieron.

Información obtenida por EL UNIVERSAL revela por ejemplo, que en julio de 2013, luego de un análisis de costo a Cantarell, para autorizar la revaluación del proyecto, se hicieron tres escenarios económicos para determinar la rentabilidad del activo.

Dichos escenarios contemplaban precios máximos o iguales a 115.6 dólares por barril; un precio medio de 83.1 dólares; y uno mínimo de 56.2 dólares por barril, dado que los precios en el mercado internacional se encontraban la cima en ese momento.

La Comisión Nacional de Hidrocarburos determinó en su dictamen que con esos indicadores el activo era rentable, pero advirtió desde ese momento que Cantarell se volvía inviable al considerar los precios mínimos.

“Estos indicadores se ven favorecidos por el precio de aceite más que por una verdadera optimización del proyecto. Esto debe ser vigilado, pues si existe una pequeña variación en producción, costos o precios, el proyecto deja de ser rentable”.

Y detallaba: “después de impuestos, el proyecto Cantarell dejaría de ser rentable si existen los siguientes cambios en las condiciones iniciales: la producción de hidrocarburos se contrae en 3%; los costos aumentan 3%; y el precio del petróleo cae 4%”.

Las tres condiciones se están presentando en más de un activo, por lo que el problema de costos agrava aún más la situación de Pemex.

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