maria.saldana@eluniversal.com.mx

Las numerosas reglas y trámites que deben cumplir exportadores e importadores impiden usar el convenio bilateral entre México y Estados Unidos que permite el tránsito, sin restricciones, de autotransportistas de carga en ambos países.

Este nulo avance se da hoy, justo cuando cumple un año este acuerdo que buscaba beneficiar los cruces de mercancía que superan los mil millones de dólares diarios.

Para el director de la firma de consultoría De la Calle, Madrazo y Mancera y ex funcionario de la otrora Secretaría de Comercio y Fomento Industrial, Luis de la Calle, a más de dos décadas de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), hay temas pendientes en materia de comercio electrónico, autotransporte, ineficiencias en el cruce fronterizo, así como asuntos por resolver en materia educativa, ferroviaria y aérea, entre otros.

El Tratado comercial trilateral “ha funcionado bastante bien”; sin embargo, persiste una de las barreras más importantes al comercio que es las ineficiencias en el cruce fronterizo de carga; hay pendientes en comercio electrónico porque debe elevarse la franquicia a más de 50 dólares.

El presidente del Consejo de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación (Inex) de Guanajuato, Alfonso Valdés Carmona, y el expresidente de los maquiladores de Nuevo Laredo, Pedro Díaz, coincidieron al explicar que se aprovecha muy poco el convenio de autotransporte fronterizo de carga, porque hay muchos requisitos que pide el Departamento de Transporte de Estados Unidos y solamente son los grandes consorcios los que aprueban.

“El aprovechamiento ha sido mínimo. Los transportistas mexicanos han hecho solicitudes para circular en las carreteras de Estados Unidos, pero uno de los compromisos del sector industrial es entregar la mercancía en la frontera estadounidense y ahí toman la carga los transportistas en Estados Unidos”, algo que podría tomar entre tres y cinco horas, afirmó Díaz también ex vicepresidente nacional.

Agregó que han habido limitaciones porque se tienen que cumplir muchos requisitos que impone el Departamento de Transporte; además de que el cliente en Estados Unidos tiene sus trabajadores que recogen la carga en una terminal, así que la empresa de transporte de ese país lleva la mercancía al destino final, agregó.

“Se prefiere hacer transbordo, la mayoría de las ocasiones” en ambos lados de la frontera, y solamente son las cajas mexicanas las que entran a Estados Unidos y viceversa.

Valdés Carmona explicó que lo que sí ha pasado es que hay cargas consolidadas en las que hay varios exportadores que mandan su mercancía en una misma caja y eso abarata costos. Recordó que por Nuevo Laredo hay 12 mil cruces de mercancía a diario.

Por tanto requisito que se pide para dar el permiso de revisión mecánica del camión, examen físico y de conocimientos del conductor, entre otras cosas “se prefiere hacer transbordo”, dijeron Valdés y Díaz.

Desde el 15 de enero de 2015, autoridades estadounidenses y mexicanas establecieron un programa que permite a los transportistas nacionales obtener un permiso permanente para internarse por territorio de EU.

A pesar de que en el TLCAN se estableció la obligación de permitir el libre tránsito de camiones mexicanos por Estados Unidos, el gobierno de ese país incumplió con el acuerdo y fue dos años después de que se le impusieron represalias comerciales por no cumplir con el acuerdo cuando se implementó un programa piloto que se aplicó durante tres años, de octubre de 2011 al mismo mes de 2014, a través del cual se establecieron las condiciones básicas de seguridad que debían cumplir tanto los vehículos como los conductores de éstos.

Las 15 empresas que participaron durante el programa piloto realizaron más de 28 mil cruces fronterizos, recorrieron más de millón y medio de millas en Estados Unidos y se sujetaron a 5 mil 545 inspecciones en las que se comprobaron niveles de desempeño aceptables.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses