maria.saldana@eluniversal.com.mx
La disputa de México contra Estados Unidos para lograr que el atún mexicano reciba la etiqueta “dolphin safe” y se comercialice sin restricciones en el vecino país se va a alargar todavía.
Ayer, la Organización Mundial del Comercio (OMC) anunció que se va a crear un panel de expertos que va a analizar si las modificaciones hechas a las legislaciones estadounidenses en marzo de 2016, cumplieron con la resolución que dio el órgano internacional en mayo de 2012.
Para el gobierno mexicano el siguiente paso era definir el monto del daño que causó Estados Unidos a la industria atunera nacional, y por ello insistió a la OMC en que aprobara la cantidad de 472 millones de dólares.
Para México, una vez determinando el monto del daño, podrá imponer medidas de compensación o represalias comerciales, por medio de aranceles, a una serie de productos estadounidenses por un monto equivalente.
Al no obtener la etiqueta “dolphin safe”, el atún mexicano sólo se vende en tiendas pequeñas y no en las de autoservicio, lo que restringe su comercialización desde hace casi 30 años.
El nuevo procedimiento va a tomar tiempo, pues una vez que se definan los integrantes del panel e inicie la discusión, la OMC va a determinar si cumplió Estados Unidos con los cambios hechos en marzo. Si no los hubo, va a proceder con la revisión del monto de las represalias comerciales que pidió México y, una vez que se defina la cantidad se podrían aplicar las medidas compensatorias, a menos que EU cambie su legislación.
El titular de la Comisión de Comercio Internacional y Promoción a la Inversión de la International Chamber of Commerce de México, Hugo Perezcano dijo que la evaluación que va realizar el panel sobre el caso debiera tomar 90 días, pero podría extenderse.
Si determina que se cumplió, México no podría pedir imponer represalias, pero pueden impugnar el fallo. Perezcano agregó que el análisis para evaluar las medidas que adoptó EU es distinto al que se debe hacer para definir el monto del daño.
En marzo de 2016, la Administración Nacional de Oceanografía y Atmosférica publicó nuevas reglas que elevan los estándares del etiquetado de “dolphin safe” y aumenta la tramitología, por lo que México asegura que no hay cumplimiento a lo dicho por la OMC, pues utilizan estándares más estrictos para verificar los métodos de pesca.
El problema, dijo el especialista en comercio exterior, David Hurtado, es que no hay otro país que acompañe a México en el caso del atún, como sí lo hubo en otros temas. Esta controversia inició en la OMC en 2008, y en 2011 se emitió el primer fallo y un año después quedó en firme.
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