En 2014 la región de América Latina y el Caribe tuvo entradas de inversión extranjera directa (IED) por 158 mil 803 millones de dólares, sin considerar las cifras que corresponden a centros financieros del Caribe. Es una cantidad menor a las alcanzadas en 2011 a 2013. Con relación a 2013, la reducción es de 16.4%, aún cuando debe destacarse que en 2013 se tuvieron entradas particularmente cuantiosas. Las cifras forman parte del estudio que anualmente publica la Cepal, intitulado La Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe 2015, aparecido recientemente.

Como se destaca en el documento, desde el año 2003 a 2013 las entradas de IED a la región están creciendo desde menos de 50 mil millones de dólares hasta 189 mil 951 millones de dólares. El aumento en 2013 no guarda relación con la dinámica de la economía de la región. Desde el año 2012 se inicia un descenso en los precios de los principales productos básicos de exportación y en 2013 el crecimiento económico se desaceleró. El notable incremento del ingreso de IED a la región —como lo destaca Cepal— se debió a la extraordinaria magnitud de la adquisición de Grupo Modelo por parte de Anheuser-Busch InBev, con matriz en Bélgica, por un precio de 13 mil 249 millones de dólares. Excluyendo esta operación, el monto de IED en 2013 es ligeramente menor al de 2012.

En años pasados, el incremento en algunos años de las entradas de IED también ha estado asociado a algunas operaciones de venta de grandes empresas. En los 90, destaca la venta en 1998 del sistema Telebras que incluyó una amplia participación de capital extranjero y alcanzó la cifra de 18 921 millones de dólares. Años después, en 2001, se realiza la venta del Grupo Financiero Banamex-Accival a Citigroup, por la cantidad de 12 mil 500 millones de dólares. La región conoce cambios importantes en la propiedad de grandes empresas y ello explica una porción importante de la IED que ha estado ingresando. Las nuevas compañías que son el resultado de las fusiones y adquisiciones no amplían en lo inmediato la producción o los servicios. Aún más, en varios casos se realizan procesos de racionalización que incluyen cierre de algunas plantas o de líneas de producción o de sucursales o puntos de venta.

En el documento de Cepal también se destaca el incremento de los ingresos de la IED a las economías en desarrollo, que para 2014 reciben el 56% del total de las entradas mundiales de IED. En el periodo estas economías son el destino de 32% de los flujos mundiales de entrada de IED. Sin embargo, el cambio tiene algunos participantes destacados. China recibió 128 mil millones de dólares y Hong Kong (con un régimen especial de gobierno, pero que es parte de China) 111 mil millones de dólares, en conjunto el 33.7% de toda la IED que ingresó a las economías en desarrollo. Pero además, como en el caso de las mayores economías desarrolladas, China y Hong Kong son activos y crecientes participantes en la realización de inversiones en el extranjero por cuenta de empresas con matriz en esos territorios.

Otro cambio importante en la dinámica de la inversión extranjera que ingresa a Latinoamericana es el creciente peso de la denominada inversión de cartera. En la década pasada los ingresos de IED equivalen al 70% del total de flujos de capital transfronterizo que recibe la región. Mientras en el curso de la década actual la cifra promedio se ha reducido a 47%. Cobran fuerza las colocaciones financieras en títulos de deuda tanto de empresas financieras y no financieras, como de emisiones del sector público. Como en el caso de la IED, son las mayores economías de la región las que reciben los montos mayores de inversión de cartera y las que están más expuestas a la salida súbita de esos recursos en caso de alteraciones en los mercados financieros internacionales. En este punto es que resulta relevante el comportamiento de la tasa de interés de referencia en el mercado de Estados Unidos. Su incremento propicia salida de capitales. Además, movimientos mayores en los mercados cambiarios, con devaluaciones de las monedas de la región también implican salida importante de capitales asociados a la IED por la vía del adelanto de utilidades. Es un escenario altamente inestable, sin que se observen cambios relevantes positivos en la dinámica de crecimiento de la región producto de las inversiones extranjera.

Departamento de Economía UAM Iztapalapa.
email: vidal.gregorio@gmail.com

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