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A pesar de las condiciones que prevalecen en el mercado petrolero, con precios bajos, el gobierno mexicano aumentó la superficie y los recursos que va a licitar entre inversionistas privados, así como empresas productivas del Estado, en los próximos cinco años.

Al presentar el Plan Quinquenal de Exploración y Extracción 2015-2019, el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, indicó que tras consultas con gobiernos de estados petroleros e inversionistas se decidió ampliar la superficie a licitar en 56 mil 515 kilómetros, un alza de 31.7%, respecto a la primera versión del plan, que fue presentado el pasado 2 de julio.

En términos de recursos remanentes y prospectivos de hidrocarburos a licitar, el aumento es de 2.1% en promedio.

Durante la consulta, 12 empresas resolvieron nominar áreas con mayor probabilidad de contener reservas de hidrocarburos, pero con la característica de que sean contiguas para llevar a cabo economías de escala y una programación clara, las cuales serán incorporadas en futuras licitaciones.

Coldwell señaló que el plan definitivo incluye 96 áreas de exploración y 237 campos de extracción, en una superficie de 235 mil kilómetros cuadrados.

El plan, afirmó, está diseñado para trascender el sexenio.

La subsecretaria de Hidrocarburos, Lourdes Melgar, comentó que tras la consulta se logró identificar que las áreas de mayor interés para inversionistas están en aguas profundas, sobre todo en el Cinturón Plegado de Perdido, en los límites marítimos con Estados Unidos.

“Las empresas nos precisaron los tiempos que ven para producir el primer barril. En ese sentido, destacar que en aguas profundas y crudos extra pesados requieren del orden de 12 años, en aguas someras 10 años, en recursos convencionales dos años y en los campos en tierra, tres años”, explicó.

Además, dijo, solicitaron aumentar la superficie de las áreas con mayor riesgo geológico y que aquellas que se encuentren en zonas límite de avance tecnológico, bloques que pueden estar en tirantes de agua superiores a los 3 mil 500 metros, se difiera la licitación hacia el final del plan quinquenal, pues requieren cuatro o cinco años para tener tecnología adecuada.

Respecto a las nominaciones de la industria, la subsecretaria manifestó que se detectó interés de cuando menos tres o cuatro empresas en áreas específicas, que serán incorporadas a la cuarta fase, que involucra bloques en aguas profundas y crudos extra pesados.

Detalló las diferencias entre el plan original y la versión final.

“En la Ronda Uno hay una diferencia de -1.4% de recursos remanentes, aunque aumenta la superficie 39.9%; en la Dos, aumenta a 33.6%; en la Tres, incrementamos el recurso remanente 12.2% y la superficie 13.9%, y en la Cuatro aumenta el remanente y prospectivo 29.5 y la superficie 46.5%”, mencionó la funcionaria.

El aumento en las áreas y superficie a licitar parecen obedecer a las nuevas expectativas que tienen los inversionistas sobre los tiempos que requieren para obtener la primera producción, sobre todo en aguas profundas y aguas someras, que son las de mayor interés, en donde van a requerir de 12 y 10 años, respectivamente.

Es decir, si en este momento se licitaran todas las áreas en aguas profundas y someras, México va a obtener el primer barril de ese crudo en 2027 y 2025, respectivamente.

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