Mercedes-Benz GLE 500e; ser ‘verde’ es el medio, no el fin

Habrá que hacerse otra vez ciertas preguntas elementales. Este es un vehículo que pide el esfuerzo. ¿Para qué sirven los propulsores híbridos ? Claro: para mejorar radicalmente el rango y el rendimiento de combustible ; para disminuir las emisiones de gases contaminantes ; para que las marcas alcancen su Corporate Average Fuel Economy en Estados Unidos (el famoso CAFE), incluso. Tras convivir con la Mercedes-Benz GLE 500e, se nos ocurre esto: un híbrido en oferta premium sirve como muestrario de tecnología, como paquete de entretenimiento infalible para los conductores de intelecto inquieto.

Mercedes-Benz GLE 500e; ser ‘verde’ es el medio, no el fin

Es, con franqueza, fascinante transcurrir entre los modos de propulsión del primer vehículo híbrido enchufable de la marca alemana. Con un botón simple en la consola, se selecciona on the fly (perdonen el terminajo) un modo Hybrid puro , con el motor eléctrico ‘en apoyo’ del V6 biturbo (sobre todo en arranque desde cero, cuando se necesita torque completo); puedes optar también por un E-Mode , que reserva un impulso 100% eléctrico (bueno para un rango de unos 30 km). Otro paso te lleva al E-Save , que privilegia el mantenimiento estable del nivel de carga . El último modo, para los que no tienen ningún cargo de conciencia en el tema del cambio climático, se llama Charge: el maravilloso seis cilindros y tres litros a gasolina se hace cargo del todo, mientras carga la batería ayudado por los frenos regenerativos. Electrónica avanzada para hacer amenos los trayectos de tráfico intenso, con una gran ventaja: el agotamiento de la batería jamás se convertirá en pesadilla .

Mercedes-Benz GLE 500e; ser ‘verde’ es el medio, no el fin

Esta GLE híbrida (o la última encarnación de la clase ML, para los aferrados a la década de 1990) es fiel al dictado estilístico reciente de Mercedes-Benz. El tamaño de la parrilla; la conjunción con las tomas de aire redondeadas y los faros LED con forma de ‘gota de agua en velocidad’ es del todo congruente con, digamos, un sedán de la clase C. Acaso se identifica por los rines con tratamiento AMG de 20’’ y los cálipers de frenos delanteros en color azul, en insinuación del sistema de regeneración de energía . No extrañamos ninguna señal extra de distinción. La vocación eléctrica va por dentro, y así debe ser en este tipo de vehículos que sobrepasan el millón de pesos . Que los exhibicionistas hagan fila (corta) en sus Prius.

Mercedes-Benz GLE 500e; ser ‘verde’ es el medio, no el fin

Sin embargo, hay un efecto en la cajuela que resta puntos de ergonomía: el espacio para las baterías , claro. No quedan ocultas. El área de carga pierde buenos centímetros cúbicos. Allí se aloja, además, el cable para cargar energía en cualquier enchufe de pared, con regulador incluido. Puedes elegir entre distintos amperajes y más vale que conozcas la capacidad de la instalación eléctrica de tu casa.

Mercedes-Benz GLE 500e; ser ‘verde’ es el medio, no el fin

Daimler en México no podía retrasar más la entrada al juego de la propulsión alternativa. Los Smart eléctricos se vislumbran hacia finales de año. BMW, Porsche e Infiniti ya ostentaban sus SUV híbridas desde hace tiempo, demostrando que lo ‘verde’ es cuestión de lujo.

FICHA TÉCNICA

MOTOR A GASOLINA3 litros / V6 biturbo

POTENCIA Y TORQUE (GAS) 333 hp / 480 Nm

POTENCIA Y TORQUE (E.) 113 hp / 340 Nm

TRACCIÓN Integral permanente

PRECIO $ 1’498,000 pesos

27kilómetros por litro: rendimiento combinado de combustible.