El sector automotriz llegó al año 2000 produciendo un millón 923 mil 544 unidades y representando el 3.1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), así como el 14.5 por ciento de la industria manufacturera. El siguiente año, México se colocó como el principal productor de autos de América Latina, el noveno de los productores más importantes en todo el mundo y el décimo tercero en ventas del mercado interno. Además, la fabricación de vehículos representó el 10.8 por ciento de la producción total en Norteamérica.


No obstante, la contracción económica registrada durante 2001 afectó a todo el sector. Entonces la producción disminuyó 4.0 por ciento y las ventas 2.3 por ciento en el mismo año. Las empresas tuvieron que implementar nuevas estrategias de mercadotecnia relacionadas con planes de financiamiento para automóviles y camiones ligeros con el objetivo de enfocarse en el mercado interno, por lo que lograron un crecimiento de 4.6 por ciento.

A pesar de la situación hubo firmas que continuaron su crecimiento y se enfocaron en obtener logros ecológicos, por ejemplo, General Motors inició operaciones en la Planta de Motores de Silao y el complejo Ramos Arizpe se recibió el Premio Estocolmo 2001, El Agua en la Industria, por la eficiencia de sus sistemas para el aprovechamiento del agua. Por su parte, Volkswagen de México celebró la producción del vehículo cinco millones y la marca SEAT se sumó al grupo.

Avance continuo
La segunda mitad de la década comenzó con la llegada de Mazda en 2005, la cual instaló cinco agencias distribuidas en la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey con 260 empleados. Tres años más tarde GM anunció el inicio oficial de operaciones de la Planta de Ensamble en San Luis Potosí, para la fabricación de Chevrolet Aveo, y una Planta de Transmisiones de seis velocidades. En 2009, surgió General Motors Company, con un enfoque en cuatro marcas principales: Chevrolet, Buick, GMC y Cadillac.

En 2005 Nissan hizo una inversión de mil 300 millones de dólares en la planta de Aguascalientes A1 e introdujo sistemas avanzados de tratamiento de agua bajo el concepto de cero descargas. Para 2009 alcanzó el reciclaje del 100 por ciento de los residuos de los procesos de manufactura. Por otro lado, Chrysler en 2009 tuvo una caída del 27 por ciento en sus ganancias, que planeó enfrentar a través de la fusión con la italiana FIAT en el segmento de autos compactos y la independencia de RAM.

Entre 2005 y 2010 Ford invirtió más de cinco mil millones de dólares para la transformación de sus plantas en el país; mientras VW ratificó la inversión de mil millones de dólares para un proyecto que incluyó el desarrollo de un nuevo modelo y la ampliación de su planta con la construcción del nuevo Segmento Poniente.

Sin duda, el sector se repuso y siguió creciendo, pues de acuerdo con datos del Banco Nacional de Comercio Exterior en 2010 México era el tercer exportador automotriz a Estados Unidos con el 21.4 por ciento y para 2014 se convirtió en el primero con una participación de 26.1 por ciento.

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