
El solitario gol de Nicolo Zaniolo en el Air Albania Stadium bastó para hacer vibrar a toda una ciudad que se pintó de ‘Giallorossi’ por el campeonato que obtuvo la Roma en la UEFA Europa Conference League.
El mítico estadio Olímpico de la capital de Italia abrió sus puertas para que los aficionados pudieran disfrutar del partido entre la Roma y el Feyenoord de la Eredivisie en la primera final del tercer torneo de la UEFA a nivel de clubes.
Previo al partido se agotaron los 50 mil boletos que se pusieron a la venta. La gente tenía una gran expectativa para ver a su club alzar un trofeo después de 14 años (Copa Italia) y el primero a nivel de la UEFA.
Después del silbatazo final, los hinchas saltaron a la cancha del Olímpico de Roma para celebrar, ondear sus más grandes banderas con ‘Luperta’ plasmada en ellas, cantar el himno del equipo, corear los nombres de sus ídolos y hasta arrancar pedazos de pasto de la cancha y presumirlos como si se tratase del trofeo de la máxima gloria europea.
Ya con el trofeo en manos de Lorenzo Pellegrini vino la celebración más eufórica. La gente salió a las calles para prender bengalas y bombas de humo rojiamarillo, lanzar petardos y cantar. Los automóviles en las avenidas se paraban para estirar sus bufandas y festejar con los que caminaban sobre las banquetas o en la misma carretera.
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Cánticos contra la Lazio (principal rival de la Roma), ovaciones a José Mourinho, playeras de Francesco Totti, Daniele De Rossi, se escuchaban y veían por doquier. La ciudad no durmió, todo fue una fiesta.
La gente lloraba de la felicidad por ver a la Roma campeón. Será una noche que quedará en la historia, así como el nombre del equipo que será recordado por ser el primero en ganar la UEFA Europa Conference League.