Estar en reposo por prescripción médica es necesario, pero tedioso. Sin embargo a la vida hay que encontrarle vericuetos de felicidad y los míos fueron dobles carteleras en Madrid y en Sevilla. En Madrid por ser dos novilleros punteros los representantes mexicanos en las feria de Otoño y en Sevilla-salvo que alguien diga lo contrario- además por la belleza del recinto de la Maestranza.

La que da y quita es Madrid pero la que da romance al toreo es Sevilla al lado del Guadalquivir enfrente del barrio de Triana.

Varios mexicanos observamos en las imágenes entre ellos Eloy Cavazos, El Pollito Torres Landa a Xavier Sordo quién fue entrevistado el 30 de septiembre y declaró que se abriría La México una vez resuelto el tema del derecho de apartado y desde luego las restricciones sanitarias.

Ese día en Sevilla El Juli recibió un trofeo y otro literalmente lo arrancó Paco Ureña con valor estoico y convicción de los toros de los hermanos García Jiménez, pudo Manzanares anotarse uno pero le falló la suerte suprema, lo cual no es común en su tauromaquia.

El 25 de septiembre en Madrid Isaac Fonseca tuvo actuación temeraria, arriesgada y si mi permite una opinión ya decidirá él de no abusar en demasía como su compañero de cartel Manolo Perera, del toreo de rodillas, ese día con un toreo más reposado Manuel Diosleguarde se llevó un trofeo.

Sin embargo la impresión que deja Fonseca es muy positiva y se ha ganado de sobra más oportunidades como seguramente le ocurrirá a Alejandro Adame quién por la suerte suprema perdió trofeos ya ganados con una faena muy bien estructurada el 1 de octubre.

El toreo de Alejandro tiende a lo clásico sin dejar de ser emotivo e importante es siendo de la dinastía de los Adame, tiene sello propio en lo que creo en algo contribuye su apoderado Mario del Olmo, quién es un gran torero.

El 1 de octubre en Sevilla fue un día de agasajo para el toreo de profundidad y sentimiento en el segundo y cuarto toros que manera de expresarse de Juan Ortega y de Morante de la Puebla con los toros de Juan Pedro Domecq.

Sensibilidad, incluso arrojó de Morante: limpidez y temple de Ortega.

Me parece que la faena de Morante es de las que se recordaran por décadas y lo de Juan cada día crece en su valor taurómaco.

Morante recibió dos trofeos y con categoría teniendo derecho de puerta grande se fue con sus compañeros con la admiración de quienes vimos su gran faena.

Roca Rey se jugó la piel pero ayer era para los de arte y seguramente se llevaran los comentarios y elogios más encendidos.

Así las cosas el toreo marcha y nos sigue dando alegrías a quienes lo disfrutamos. Bendito él.

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