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En tiempos en los que la política de algunos se empeña en separarnos con un muro, hay quienes, orgullosos, se enfundan en los colores tricolores para darlo todo por México, aunque el lugar que les haya dado la vida, paradójicamente sea hoy la manzana de la discordia.

Los Juegos Olímpicos de Invierno se convirtieron en la vitrina donde una vez más, Sarah Schleper brilló con su magia. Y es que volvió del retiro para ser adoptada por México y así participar por quinta ocasión en la justa invernal (las cuatro anteriores lo había hecho bajo los colores de la bandera de Estados Unidos, en 1998, 2002, 2006 y 2010).

La esquiadora sonríe pues su regreso ha sido distinto, así lo siente, así se percibe en sus palabras. Ayer fue el día en el que vió cumplido un nuevo sueño.

¿Qué sensación te deja representar a México en los Olímpicos de Invierno?

Ya que estamos aquí, y tener la chamarra tricolor siento todo el orgullo de que finalmente México es mío. He trabajado los últimos seis años, estar aquí con México era un sueño y ya está realizado, no hay una sensación mejor que esto.

¿Nos podrías compartir un poquito más de tu especialidad?

Mi deporte para mí es todo. Es mi vida y es como volar. Cuando logras esquiar bien y con ritmo no hay nada con lo que lo puedas comparar. El slalom gigante es una de los disciplinas de esquí alpino. Tienes que bajar la pista dos veces, mientras cambias el curso. El tiempo sumado de las dos bajadas define quién gana la carrera.

México no es un país fuerte en los JJOO de invierno, ¿cómo esperas hacer la diferencia?

Primero quiero mostrarle a la gente lo padre que es este deporte, y luego llevar niños a la nieve a entrenar. Primero tienes que amar tu especialidad, si es que quieres llegar a un alto nivel.

¿Qué metas te has fijado para la competencia?

Después de mi operación mi nivel bajó un poco. Quiero bajar con estilo y elegancia, y obvio con mucha velocidad. Mi meta para la competencia siempre es ganar.

¿Con qué sueñas?

Son mis quintos Olímpicos… Sigo soñando con ganar el oro.

¿Te visualizas en el podio?

Todo el tiempo.

¿Por qué decidiste representar a México y no otra vez a Estados Unidos?

Por mi familia mexicana, por mi deporte, y por seguir con mi sueño de conseguir el oro. Sarah está casada con el mexicano Federico Gaxiola y tiene dos hijos.

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