Luka Doncic, a la caza de Derrick Rose

Durante la actual temporada y la pasada, la atención de la NBA se ha enfocado en Luka Doncic , un joven cuyos números en la duela lo ponen mano a mano con varios históricos del baloncesto .

Aunque se trata del vigente Novato del Año , en la Liga , el base esloveno ya es considerado una realidad y es el favorito de los aficionados para ser nombrado el Jugador Más Valioso en junio próximo.

De lograrlo, rompería un récord en posesión de Derrick Rose , a quien enfrentará esta noche en la Arena Ciudad de México .

En 2011, con 22 años de edad, el actual jugador de los Pistons de Detroit (entonces en las filas de los Bulls de Chicago ) se convirtió en el jugador más joven de la historia en ser nombrado MVP . Luka tiene 20 y su desempeño con los Mavericks esta campaña lo perfilan como un serio candidato a llevarse el galardón en 2020.

“Luka es un gran jugador joven. Está en ritmo el partido entero, así que tenemos que asegurarnos de trabajar para contenerlo”, dijo el 25 de Detroit , sobre quien podría destronarlo próximamente.

La joven estrella le correspondió: "Es un jugador increíble. Lo admiro ahora y lo admiraba antes. Recuerdo cómo jugaba en su tercera temporada, cuando fue el MVP. Hacía cosas increíbles y ahora está volviendo".

Cuando D-Rose se proclamó el más valioso de la mejor liga de baloncesto del mundo, Doncic contaba sólo con 11 años de edad y jugaba, sin grandes reflectores, en Liubliana , ciudad que lo vio nacer.

Hace ocho años, Derrick Rose sufría constantes comparaciones (en gran medida gracias a la casaca que portaba) con Michael Jordan , pero las lesiones y los altibajos truncaron una carrera que se pensaba sería brillante.

El 77 de los 'Mavs' no ha estado exento de que su nombre se ligue al mítico 23 , pero -a toda costa- ha intentado desmarcarse. "No se puede comparar lo que ha hecho Michael Jordan con lo que yo, que estoy en mi segunda temporada en la Liga ", dispara.

Aunque la mayoría de las estrellas están a millones de kilómetros de la Tierra, Luka Doncic no pierde el piso. Al fin y al cabo, no necesita volar para brillar.