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Como si se tratara de un político en campaña, Miguel Herrera le hizo caso a la tribuna, a la dictadura del aplauso.

Llamó a la banca del América al vitoreado Jérémy Ménez y mando a la tribuna al colombiano Carlos Darwin Quintero, quien ha sido repudiado por la afición azulcrema. Contrastes entre ambos elementos. Viven realidades opuestas, porque el francés, sin siquiera haber jugado un solo minuto en el club emplumado antes del duelo contra el Atlas, es querido, aplaudido y sus camisetas se venden al por mayor en su versión original y pirata.

En cambio, Quintero ha sufrido el desprecio de su fanaticada, pues ha estado lejos de corresponder a la etiqueta de ser el jugador más caro en la historia del Ame (10.7 millones de dólares). Apenas suma dos goles entre el Apertura 2017 y lo que va del Clausura 2018. Pobre cosecha para las exigencias del americanismo.

Esa cifras que tiene el ex Santos Laguna acompañan a su indisciplina. Durante la semana, Darwin le tiró un balonazo a un reportero y la directiva amarilla decidió sancionarlo. El viernes, Quintero se enfrascó con la afición.

Fue en el evento de la foto oficial; el atacante pidió a los asistentes al Azteca que aumentaran la fuerza de los abucheos en su contra. Provocación que le costó más caro: apenas tocaba el balón y era acompañado de silbatinas.

Ménez ocupa el lugar opuesto a Darwin. Los seguidores águilas no le quitaron el ojo a cada movimiento del galo, pese a que arrancó el duelo en el banquillo de suplentes.

Todos en el Estadio Azteca lo querían ver en acción. Esperan que sea uno de esos legendarios extranjeros que se han vestido de azulcrema, para que los guíe hacia la estrella 13 en la historia del equipo en torneo de Liga.

De estallar como la bomba que ha presumido el americanismo, Ménez habrá sido una ganga. Costó poco más de 300 mil dólares, una cantidad que bien podría pagar un dedo del millonario Quintero. Todos esos factores se sumaron para que la convocatoria del Piojo se definiera anoche con el francés como una opción de cambio y el colombiano se quedara fuera del partido contra el Atlas. De Ménez dependerá si acaba como ídolo o abucheado como Darwin.

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