Alta tensión en el plantel de los Pumas . Viajaron directo de Ciudad Juárez a Monterrey para preparar el partido del sábado contra Tigres y la desunión es evidente.

En la sala de espera para abordar, mientras el presidente Rodrigo Ares de Parga no dejaba de hablar por teléfono, Bruno Marioni se recargó en un muro y no le dirigió la palabra a nadie, pero el que de plano se separó de todo el grupo fue el veterano Pablo Barrera , quien prefirió irse del otro lado de la sala y ponerse a ver su celular.

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