Hace poco más de un mes en Cruz Azul había incertidumbre. No había técnico, no había proyecto, todos lloraban la eliminación contra Pumas. Ahora es diferente.

Llegó Juan Reynoso como entrenador; se adicionó Álvaro Dávila en la parte directiva y se empieza a recuperar en la parte futbolística.

¿Llegó la estabilidad? ¿De nueva la gente cementera se debe ilusionar?

El técnico peruano pide calma, sólo se han ganado dos juegos en fila, nada más… Lo difícil aún no llega: “No hay que perder la humildad. No todos los juegos son iguales. Hay que ir con pies de plomo. No hay que creérsela. Esa parte nos va a mantener alertas para llegar bien en el mejor momento, que es la Liguilla”.

Quisiera que hubiera más fe; que muchos más creyeran en el proyecto, pero Reynoso está consciente de donde está parado, de todos los años de deuda que acumula el club… Es difícil olvidar el pasado, “pero tratamos de hacerlo. Lo que pasó ya es historia, no se puede revertir. Ahora junto con Álvaro, Jaime (Ordiales), jugadores y cuerpo técnico, trataremos de ver hacia adelante. Ojalá que en la derrota la gente también apoye, pero son tantos años sin triunfos que uno comprende, la gente está dolida, los únicos que podemos rescatar esto somos nosotros mismos…”.

Un mes ya pasó desde su nombramiento. ¿Ya pasó lo peor? “Lo más complicado fue no tener amistosos, una pretemporada como se debe, sin amistosos”.

Después pasó a la parte de sanar las heridas abiertas: “No fue sencilla, pero históricamente mientras tú les hables de frente a los jugadores, mientras todo sea congruente, habrá buena respuesta, eso ha provocado que haya interacción y fluya".

Después de triunfos ante Pachuca y Querétaro, se viene Necaxa. “Será un partido muy distintos al del viernes, neutralizar a Necaxa no será nada sencillo. Están bien dirigidos, saben pararse muy bien en su campo, tiene muchas más horas de vuelo con su técnico al frente. Sencillo no va a ser”.

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