En más de una ocasión, pedazos de pasto del tamaño de pelotas de beisbol fueron arrancados por los zapatos de los jugadores de Chiefs y Chargers que disputaron el segundo Monday Night en el Estadio Azteca . El césped de este inmueble provocó que el año pasado el partido entre Chiefs y Rams fuera mudado a Los Ángeles de último minuto.

La verguenza internacional a la que fue expuesta la cancha del Azteca , obligó a la administración a tomar medidas que garantizaran la realización de un encuentro de la . Aquel césped híbrido por el que apostaron en el verano de 2018 fue cambiado por uno natural que durante casi seis meses fue tratado de manera diferente para prevenir algo similar.

Sin e y aunque en apariencia el emparrillado luce con las características que en la década de los 90’ cuando recibió eleogios al ser considerado como uno de los mejores del mundo, durante la primera mitad del Monday Night se apreció floja.

Varios jugadores batallaron al resbalarse. Durante el medio tiempo una cuadrilla de mantenimiento atendió las zonas dañadas.

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