Cuando Colt Brennan, entonces quarterback de la Universidad de Hawai, lanzó su pase 58 de touchdown en la temporada del 2006, Joe Burrow apenas cursaba el cuarto grado de primaria en Ames, una pequeña ciudad de poco más de 50 mil habitantes ubicada en el centro de Iowa.

Ese pase de anotación le ayudó a Brennan a implantar una temporada histórica , la mejor para un mariscal de campo en cuanto a envíos de anotación y que le ayudó a romper una marca de 26 años que ostentaba desde 1990 David Kingler, de la Universidad de Houston.

Catorce años después del hito de Brennan, el jovencito de Iowa está a las puertas de romper esa marca y de establecer la mejor temporada de la historia para un quarterback en el futbol americano colegial de la NCAA .

Burrow,

quarterback de LSU , registra 54 pases de touchdown y es el vigente ganador del Trofeo Heisman. Tendrá la oportunidad de quebrar la marca en horario estelar, esta noche, en el partido más importante de su joven carrera: el campeonato nacional del fútbol americano colegial de los Estados Unidos.

El quarterback de los Louisiana State tendrá una dura prueba para reescribir la historia. Enfrente tendrá a la sólida defensiva de Clemson, el vigente campeón y una secundaria que fue capaz de frustrar la remontada de Ohio State en las semifinales.

Clemson

, según su entrenador Dabo Swinney, tendrá como rival a 'Iván Drago' en LSU. El head coach comparó a su oponente con el popular boxeador de la película Rocky, por el poder ofensivo, que precisamente comanda Burrow.

Una victoria para Clemson significaría revalidar el título que obtuvieron el año pasado, poner otro ladrillo en su naciente dinastía y de paso amargar la brillante temporada de Louisiana State y su mariscal de campo, proyectado número uno global para el siguiente Draft de la NFL.

Para Burrow significa romper una marca de 20 años y sumar un galardón a su naciente carrera.

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