Julión Álvarez comenzó a transmitir en vivo cómo departía fiesta y canto con sus amigos a pocas horas de haberse enterado que la Oficina para el Control de Bienes Extranjeros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos lo acusa de ser presuntamente parte de una red de prestanombres para lavar dinero proveniente de la venta de droga.