El número de inocentes muertos, israelíes y gazatiés es terrible. Las fotos de niñas y niños asesinados, sean judíos o musulmanes, escuecen. La ideología de Hamas impide cualquier diálogo, no sólo con Israel, sino con Occidente.

Las protestas estudiantiles en Estados Unidos exigen alto a la destrucción de Gaza. Ni una sola dedica eslóganes a favor de la liberación de los rehenes ni condenan a Hamas.

Cuando un galeno nota “peligro” en posibles acciones de su paciente, tiene la obligación de romper la confidencialidad y avisar a las autoridades. Guardar o no el secreto profesional, ése es el dilema.

Entre más transcurre el tiempo del conflicto en Gaza, los políticos deseosos de hacer la paz pierden; entre más meses se suman, los inocentes pierden.

Lo "judío” engloba un enorme y abigarrado mosaico. La “ecuación judía” contiene incontables avatares, algunos lógicos otros ilógicos. “Lo judío”, un mundo sui géneris.