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San Petersburgo.— Lo que casi nunca hace un futbolista. Animarse a hablar del título del mundo, en la previa de las semifinales, no es común, pero Kevin de Bruyne se sale de la formalidad propia del caso, con una declaración de esas que prenden a cualquier equipo en busca del triunfo deseado.

“Estamos aquí para llegar lo más lejos posible. Hemos demostrado que tenemos ambición y queremos ganar el Mundial. No creo que sea arrogante decirlo”, comentó el volante de los Diablos Rojos.

Sin dudar, aseguró que están preparados para llegar a lo máximo durante su participación en esta competencia, en la que —desde antes del inicio— fueron considerados como uno de los equipos que podían sorprender a las grandes selecciones: el caballo negro.

Por eso y por la capacidad que han mostrado bajo el mando del español Roberto Martínez, es que no duda en pensar en grande.

“Es uno de los partidos con el que todos los jugadores soñamos jugar alguna vez. Va a ser muy emocionante y ojalá hagamos un gran encuentro y lleguemos a la final”, comentó De Bruyne, quien añadió que una de las claves del éxito que hoy viven tiene que ver con el valor que tuvieron para dejar la comodidad del futbol de su país e incursionar en el balompié de otras ligas, lo que les ha ayudado a incrementar su nivel.

“Ha sido importante que los jugadores belgas salgan de su país a jugar fuera. Ahora tenemos más experiencia”, añadió.

Lo que ahora les permite soñar con algo grande.

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