edgar.luna@eluniversal.com.mx

Rostov.— Son tres de los jugadores más jóvenes del equipo mexicano, son los “niños” de Juan Carlos Osorio, tres de los futbolistas que ha llevado de la mano el colombiano hasta la actual Copa del Mundo y los hizo debutar en el juego ante Alemania, nada menos.

Édson es el obediente, el que no rompe ni un plato.

Carlos es el rebelde, el que se va lejos en el campo.

Y Jesús es el mátalas callando.

“Fue una alegría total”, recuerda. “No hay detalle que me haya faltado esa tarde, me siento lleno”.

Reconoce simplemente que la influencia de Osorio en él, es grande; “me sobran las palabras al hablar de él. Todos mis compañeros me dijeron antes del juego que disfrutara, porque una Copa del Mundo no se vive a diario”.

En ese momento, “se me vino todo encima, mis recuerdos de cuando comencé en el futbol, toda mi familia, en fin... fue algo especial que no podré olvidar nunca”.

Criticado por jugar de lateral izquierdo, a pesar de no ser su posición natural, brilló como pocos a la hora de defender “el fuerte” por la andanada de alemanes.

“Sabía que eran tipos muy fuertes, pero en el campo somos 11 contra 11, nadie vuela y traté de jugar de la mejor manera, lo más tranquilo posible”.

Estudió muy bien el juego, “a ellos les gusta jugar los pases entre líneas y con el apoyo de Héctor [Moreno], que es un gran defensa, no perdí mi marca”.

Salcedo. El tapatío se llama Carlos Joel Salcedo Hernández, y Juan Carlos Osorio tiene mucho que ver con su crecimiento profesional, ya que lo obligó a aprender a jugar en otras posiciones además de la que ya dominaba, como defensa central, para así poder dar el salto al balompié de Europa.

Por eso, todas las loas a Osorio: “El míster merece esto y más. El equipo lo apoya a muerte”.

Esos consejos lo tienen en Europa, “me ha dado bastante la vida. Siempre se sufre, pero se goza bastante. Me quedo con el gran momento que viví en ese partido junto con mis compañeros”.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses