Contra los pronósticos de que la economía mexicana entraría en una fase de recesión técnica, los datos indicaron una ligera variación positiva del ritmo de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para el segundo trimestre del 0.1 por ciento, y también, si se compara con respecto al semestre del año anterior el ritmo de crecimiento del PIB registrado fue de 0.3 por ciento, lo cual, si bien no significa una dinámica de crecimiento sostenido, si muestra que la economía crece.

Como se destacó en el boletín informativo del Inegi, el aporte al crecimiento por actividades recayó en el sector de servicios, el cual fue de 0.2 por ciento, una vez descontado los efectos del consumo que comprendería el periodo vacacional, mientras que el sector manufacturero no registró variación con respecto al trimestre anterior, y en cambio, el sector que si mostró una fuerte caída fue el primario con un -3.4 por ciento de decrecimiento, a pesar de ello se alcanzó a crecer ligeramente en el PIB global.

En este contexto la Secretaría de Hacienda y Crédito Público presentó el Informe sobre la Situación Económica, las Finanzas Públicas y la Deuda Pública para el Segundo Trimestre, mismo que destaca el reconocimiento de recursos no ejercidos o subejercicio del gasto neto pagado, el monto registrado fue de 174 mil millones de pesos. Estos recursos no ejercidos han sido llamados ahorros que serán integrados al gasto para el siguiente periodo, sin embargo lo no ejercido representa aproximadamente los gastos de la Secretaria de Salud y de Trabajo juntas para todo 2019 o el presupuesto total de las Secretarías de Bienestar y de Energía.

De los recursos no ejercidos o ahorrados, 123 mil 751 millones de pesos correspondieron al gasto programable, es decir los destinados a la Administración Pública Federal, mientras que 50 mil 734 millones de pesos comprendieron el gasto no programable, que básicamente son el Ramo 28 Participaciones a Entidades Federativas y diversos pagos por las diversas deudas del gobierno federal incluido el quebranto financiero heredado del Fobaproa.

Del gasto programable no ejercido se encuentran los llamados organismos bajo control presupuestario directo como son el IMSS y el ISSSTE, como también Pemex y de los organismos autónomos que se explica por la reorganización de los programas sociales y el ajuste en las operaciones de adquisiciones gubernamentales para combatir las practicas opacas en la compra de bienes y servicios para el sector público.

Del gasto no programable los recursos no ejercidos comprendieron menores pagos a los proveedores de bienes al sector público registrados en los Adeudos de Ejercicios Fiscales Anteriores (ADEFAS), que no son más que pagos que se realizaran más tarde, también se registró la disminución del costo financiero y del Ramo 28 que son las Participaciones destinadas a las Entidades Federativas. En el contexto de un bajo crecimiento económico para el segundo trimestre del año y una no aplicación de recursos públicos, sean ahorros o subejercicios, implican un costo de oportunidad que significa no crecer más y dificultar más el impulso a la promoción de la actividad económica.

La política económica y en particular la política fiscal no es anticíclica, ni proactiva, al dejar de ejercerse recursos limita las capacidades de acción del Estado para promover las actividades productivas de la sociedad, y en un contexto de desaceleración económica mundial, se acentúan los límites de acción de la intervención del gobierno para promover el crecimiento económico sostenido de la economía nacional.


Profesor de la Facultad de Economía de la UNAM e
integrante del CACEPS.
caceps@gmail.com

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