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“¡Papá, papá!”, grita Agustín Alejandro Juárez Lara, quien tiene tres años ocho meses, y con señas pide a su padre que lo cargue.

Él es uno de los 36 niños que serán beneficiados con un implante coclear con la finalidad de revertir su sordera.

Oswaldo Alejandro Juárez, padre del niño, cuenta a EL UNIVERSAL que desde pequeño su hijo no respondía a sus llamados: “Cuando le cantábamos o le hablábamos por su nombre no contestaba, también huía de la gente, se aislaba”.

En aquel tiempo, el hombre de 33 años aún vivía con su esposa y juntos lo llevaron con un neuropediatra porque creyeron que Agustín tenía autismo.

“Lo checaron y descartaron ese mal, pero el doctor nos dijo que tenía que hacer un estudio de sus potenciales auditivos evocados. El resultado fue que tenía sordera”.

Oswaldo relata que la relación con su pareja no funcionó y acordaron que él se haría cargo del niño: “Fue difícil, porque me quedé con todo el paquete, pero soy muy feliz porque ahora mi hijo tendrá las mismas oportunidades que otros niños”.

Desde Chiapas, los Juárez Camacho viajaron al Hospital del Niño DIF en Hidalgo en espera de que el próximo 24 de agosto Agustín, de tres años, reciba su implante coclear.

“Tengo nervios que son naturales, sé que mi hijo está en buenas manos, me siento muy contento porque esta cirugía es para su bienestar”.

El señor Juárez agradeció el apoyo del DIF, porque los precios de este implante “están por las nubes” y él no habría podido costearlo.

El padre de familia contó que se enteró de esta campaña a través de redes sociales y decidió buscar el apoyo.

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