"Capitán" nació con el máximo grado que puede alcanzar un bombero. El perro rastreador de búsqueda y localización de personas vivas en zonas colapsadas y áreas agrestes, originario de Zapopan, Jalisco, coadyuvó en las labores de auxilio en los municipios de Jojutla y Jiutepec. 

Juan Francisco García Santana, oficial bombero asignado a la unidad canina del municipio jalicience, es el adiestrador y manejador de tres binomios de perros. El desastre natural del sismo del pasado martes fue la primera misión oficial del perro pastor Belga malinoi y en Jojutla, localizó a una mujer que murió frente a la casa Ejidal.

Luego se trasladó a Jiutepec donde corroboró que el cuerpo de una mujer se encontraba entre los escombros de la iglesia Santiago Apóstol. Antes de él un binomio de búsqueda de cadáveres de la Policía estatal, anunció la tragedia.

García Santana contó que una vez que el perro policía marcó dentro de la iglesia el hallazgo de un cuerpo humano, "Capitán" realizó una segunda búsqueda en un perímetro más amplio, pero el canino marcó la misma zona.

"Cuando vi su comportamiento de pegar la nariz al suelo, ladrar de forma enérgica y mostrar un comportamiento ansioso, lo retiramos inmediatamente del lugar para no confundirlo, ya que su objetivo es el hallazgo de personas, no de cadáveres", explicó.

"Capitán" trae el linaje de rescatista en las venas, su padre es un perro policía y su madre es rescatista en Puerto Vallarta. Cuando nació, el cachorro fue donado al cuerpo de Bomberos de Zapopan con apenas mes y medio de edad. Los elementos de la base pidieron a la población que les ayudara a nombrarlo y luego de más de 55 mil intervenciones en redes sociales decidieron llamarlo "Capitán". 

El ejemplar es delgado, atlético, con grandes orejas puntiagudas, hocico alargado, ojos oscuros, el pelaje negro con algunos visos cafés. Es un perro dócil pero inquieto, constantemente mira a su entrenador a quien obedece sin chistar. No le gusta que le agarren sus patas ni la parte baja de su lomo. 

Desde los dos meses inició su entrenamiento con un juguete, que lo ha acompañado en sus dos años de vida. Primero se hace la fijación del juguete luego se le esconde a la vista para que lo busque, y se premia cuando lo localiza. La siguiente etapa es esconderlo sin que se de cuenta y una vez dominada la etapa, el juguete se esconde entre personas que hacen de víctimas para que lo localice. De esta manera el perro asocia el olor de las personas con una especie de juego-recompensa.

Lo siguiente es sólo la localización de las personas y cuando lo logra sólo se felicita al perro, sin recompensa. Si el perro no obedece, el "castigo" es quitarle su juguete.

"Capitán" es de una raza muy ágil pero el adiestrador asegura que cualquier raza puede ser preparado para las diferentes labores, ya sea en la búsqueda de personas, de cadáveres o aparatos explosivos, por ejemplo, ya que en general los perros son capaces de oler 60 mil partículas, el humano sólo es capaz de oler 4 mil.

Lo primordial, dice el oficial bombero, es tenerle confianza al animal, de lo contrario no será asertivo. Si lo frustro y entra desconfiado a la zona de rastreo, el perro no sabrá buscar por eso somos binomios, el perro es 99 certero y el uno por ciento de falla es por cualquier confusión de olores.

El porcentaje es mínimo porque parte de su entrenamiento se hace en lugares que pueden causarle confusión, como un basurero, o con rastros de comida u otros olores fuertes que debe ser capaz de ignorar.

La rutina de los tres ejemplares que adiestra García Santana inicia a las 7:45 horas  que recibe a los animales -además del pastor belga, en Zapopan entrena a una Golden Retriever preparada para investigación de incendios y detección de aparatos explosivos-, que fue encontrada en una carretera y llevada a la unidad- y otro pastor belga, "Rosco", también encontrado en la calle, que es entrenado en la búsqueda de cadáveres pero que no fue traído en estas labores al no estar capacitado al 100%.

Una vez que constata que no tengan lesiones o algún padecimiento se les da agua y entre las 8:30 y 10:00 horas les sirve comida. Su alimentación está muy controlada ya que no pueden ser obesos, en el caso de "Capitán" su alimentación es a base de proteínas para que no desarrolle algún daño renal.

Los tres ejemplares, que rondan los dos años, son sacados del área reservada para que realicen sus necesidades fisiológicas y caminan un poco. Hasta las 18:00 horas inician el adiestramiento intensivo, según las labores que deban realizar, como peloteo, rastreo de personas escondidas en la estación. "Rosco", el otro perro pastor, es el último en ser entrando porque su adiestramiento requiere muestras de olor de cadáveres y no es conveniente que ninguno de los otros caninos se contaminen con los olores.

"Capitán", al igual que sus otros dos compañeros, está registrado en la unidad de bomberos de Zapopan y es parte del patrimonio del municipio. A sus dos años y con el entrenamiento que tiene, el costo del ejemplar oscila los 400 mil pesos.

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