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El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique Graue Wiechers, dijo que una sociedad que no lee es dependiente y manipulable. Ante una situación como ésta y en los próximos meses, cuando se llevará a cabo el proceso electoral, se corre el riesgo de que impere la demagogia.

Al inaugurar la 39 edición de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, Graue Wiechers destacó con preocupación que México no ha logrado convertirse en un país de lectores puesto que, de acuerdo con los datos más recientes con que cuenta el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) entre la población alfabetizada de 18 años y más, solamente 45 de cada 10 mexicanos declararon haber leído uno o más libros en el último año.

“Visto de otra forma, uno de cada dos mexicanos no ha sido capaz o no ha tenido el interés de abrir un libro en el último año”, lamentó.

“Esto sí es de preocuparse porque una sociedad que no lee, es una sociedad desinformada, dependiente y manipulable, y dados los tiempos a los que se hacían mención, atravesamos el riesgo de desinformación, y de la demagogia y la posverdad podrán llegar a imperar en los meses por venir. De ahí la importancia de la lectura. La lectura puede determinar el futuro de toda una nación”.

En los últimos 50 años, México ha tenido algunos avances “porcentuales” en combatir el analfabetismo, como el hecho de que se redujo de 6 a 5 millones la cantidad de personas en esta situación.

Sin embargo, esto no ha sido suficiente puesto que además de las personas que no saben leer ni escribir, quienes representan a 4.4% de la población de acuerdo con la Secretaría de Educación Pública (SEP), hay otros que son analfabetas funcionales; esto último quiere decir que saben leer pero no entienden lo que leen. Aunque porcentualmente se ha reducido la cifra de analfabetas, numéricamente, dijo Graue, “siguen siendo muchísimos”.

El rector agregó que el mayor problema que enfrentan los analfabetas funcionales, “en esta llamada era del conocimiento por lo que implica su exclusión y marginación social, su desesperanza, su incertidumbre y su falta de oportunidades se convierten en una inaceptable y lacerante realidad”, dijo.

A esta situación se suman los resultados que han obtenido los estudiantes de secundaria en exámenes internacionales como la prueba PISA, que elabora la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), y las pruebas PLANEA que aplica el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) donde México no ha podido mejorar sus resultados.

En PISA, México no ha mejorado en los últimos años ocupando desde el año 2015 en comprensión de lectura el último lugar entre los países de la OCDE. El promedio de la OCDE es de 493 puntos, México tiene 425, y Singapur tiene 535 puntos en comprensión de lectura.

El rector dijo que más allá de compararnos con la situación de países que tienen mejores niveles en comprensión lectora que México es una cuestión aspiracional, pero al observar los resultados de naciones que se encuentran en nuestra misma región, nos revela que hay ejemplos en América Latina que deberíamos seguir.

“Siempre compararse con los países más desarrollados tiene sus inconvenientes, aunque es algo aspiracional. Los estudiantes argentinos obtuvieron 475 puntos, los chilenos 459 puntos, los colombianos 425 puntos y destaca el caso de Perú que en 15 años es el país que más aumentó su puntaje de lectura pasando de 327 puntos en la prueba a 398 en 2015. Algo le tenemos que aprender a Perú”, señaló.

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