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Washington.— El representante permanente de México ante Naciones Unidas (ONU), Juan Ramón de la Fuente, defendió que esta nación esté apostando por ser miembro del Consejo de Seguridad de la ONU para el periodo 2021-2022 como herramienta para “lidiar con los problemas del país” dentro del esquema del multilateralismo, especialmente en un momento en el que la relación bilateral con Estados Unidos es “muy compleja” y “asimétrica”.

De la Fuente fue el invitado de honor del evento del primer aniversario de la Red UNAM de Washing- ton, organización que reúne a egresados de la Universidad de la que fue rector, y mostró su confianza y esperanza de que México gane un asiento en el Consejo de Seguridad en la elección que debe celebrarse el próximo junio.

“Creo que vamos bien”, dijo, tras recordar que en una primera fase, “no tan sencilla”, se consiguió el apoyo para la candidatura mexicana de todos los países de América Latina y El Caribe, a pesar de que hay temas regionales “que nos dividen”. Al final, el “prestigio” de México, que sea un “país confiable”, fue fundamental, consideró.

“Creo que sí tenemos muy buenas posibilidades de volver a estar en el Consejo de Seguridad. Y va a ser bueno para México, porque nos va a dar una posición frente al mundo de mayor posibilidad de interactuar en la toma de decisiones, para que no se quede todo en una relación bilateral (...) en donde siento que estamos en una situación muy desventajosa para muchos temas”, reflexionó el también columnista de EL UNIVERSAL.

Para De la Fuente, conseguir que México ocupe el asiento rotatorio reservado para el hemisferio americano del Consejo de Seguridad sería el mayor legado de su trabajo, una responsabilidad “cabal” que haría “muy satisfactorio” su paso por el servicio exterior.

El embajador reconoció que la presencia de México en el órgano de Naciones Unidas “siempre ha sido polémica” entre aquellos que lo consideran una pérdida de tiempo y los que, como él, creen que “a México le conviene más sentarse en la mesa donde se toman las decisiones, con los riesgos que implica y las responsabilidades que conlleva, que no son pocas”.

El diplomático, fiel creyente de que la ONU tiene una “enorme vigencia”, ve al organismo multilateral como el foro perfecto para mejorar en problemas clásicos como el migratorio, las drogas o la equidad de género, pero también para una de las nuevas cruzadas del gobierno mexicano: la lucha contra “el discurso del odio que lleva a actos violentos y de los cuales hemos sido reiteradamente víctimas”.

Para De la Fuente, “el multilateralismo nos va a dar muchos más elementos para poder contender con estos fenómenos”, y es ahí donde México debe seguir “firme”, siguiendo la estrategia que está impulsando, de hablar de estos actos como “terrorismo”.

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