El embarazo en adolescentes no sólo provoca que las mujeres no tengan acceso a trabajo digno, educación de calidad y Seguro Social, sino que también representa una pérdida anual de casi 63 mil millones de pesos para el Estado mexicano y su población.

El informe Consecuencias socioeconómicas del embarazo en adolescentes en México, elaborado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), reveló que el impacto económico de la maternidad infantil en la sociedad y el país asciende a 62 mil 975 millones de pesos.

Esta pérdida económica se da por varios factores: el desempleo de las mujeres que fueron madres en su adolescencia, la brecha salarial entre quienes fueron mamás en edad adulta y temprana, la deserción escolar, los gastos del gobierno y las familias en la atención de un embarazo infantil, así como los impuestos que no se recaudan.

“El embarazo en adolescentes constituye un problema social y económico importante para México. Involucra costos de oportunidad para el desarrollo social y el crecimiento económico del país”, señaló el UNFPA.

Añade que en 2018 se atendieron en el sector Salud 301 mil 634 nacimientos de mujeres de 10 a 19 años, lo que impacta en todos los derechos de las mujeres y, en un plano más extenso, afecta a todo México.

El UNFPA estimó que la pérdida de ingresos para las mujeres que tuvieron un embarazo en su infancia y ahora están desempleadas es de 3 mil millones de pesos.

De igual forma, se pierden 31 mil millones de pesos por las mujeres que desertan de la escuela al haber tenido un embarazo antes de los 18 años. La UNFPA hizo este cálculo proyectando los ingresos que este sector de la población recibiría si hubiera seguido con su educación.

Cada año los servicios de salud destinan 6 mil millones de pesos a embarazos y partos de adolescentes.

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