nacion@eluniversal.com.mx

Fue un remedo de 2006, pero al revés: para el PAN la izquierda fue espuria y el panismo se presentó legítimo.

Los blanquiazules protagonizaron los gritos al estilo futbolero: “¡Eeespurio!, ¡Eespurio!” y fue un obradorista el señalado: Porfirio Muñoz Ledo, el presidente de la Cámara de Diputados, quien ni se inmutó: “Usen un diccionario más rico. Revisen su lista de adjetivos, porque sólo tienen uno”.

Así transcurrió ayer la instalación de San Lázaro para el segundo año de la 64 Legislatura.

De nuevo, Muñoz Ledo repetirá en la presidencia, al menos en los primeros cinco días de septiembre, mientras se llega a un acuerdo o se reforma la Ley Orgánica del Congreso General.

Morena respetó la ley y defendió al líder de sus diputados, Mario Delgado: “El PAN tuvo la oportunidad de proponer, pero no alcanzó dos terceras partes de los votos”, argumentó.

El voto de la 4T contra la propuesta de Xavier Azuara (PAN) para presidir la Cámara no fue unánime, la unidad fue aparente. Antes de la comida, en su plenaria, unos 90 morenistas votaron al contrario: dar al panismo la presidencia. Dos terceras partes aplastaron esa postura con un “nada para el PAN”.

Describieron un tú por tú entre Aleida Alavez y Pablo Gómez, la primera recordó que los han atacado, entonces por qué tendrían que ser los civilizados. Gómez, Delgado (quien no votó), Clou- thier y otros fueron los políticamente correctos que habían pedido no violar la palabra. La verdad, comentó un morenista, el PAN no se ayudó al mandar a Azuara: “Fue como darnos un chingadazo. La política obliga a cumplir pactos, pero no a toda costa”. Aunque el coordinador de los diputados panistas, Juan Carlos Romero Hicks, pataleó y la bancada denunció que #MorenaNoCumple, lo más fuerte fue el grito “espurio”.

La “parálisis legislativa” anunciada por el líder nacional del PAN, Marko Cortés, quedó desinflada desde el sábado. Nadie, ni Azuara, su carta para presidir la Cámara, se animó a proponer acciones para defender la posición que tocaba al blanquiazul.

Así, durante cuatro horas, en la Torre Azul, en avenida Reforma, los panistas y sus asesores jurídicos discutieron las salidas posibles, para concluir en nada. Nadie defendió a Azuara, ni él mismo.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses