En dos acciones operativas realizadas los días 21 y 22 de diciembre, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente () aseguró dos ejemplares de mono araña, cinco loros y una guacamaya verde que eran transportados de manera irregular en distintos puntos de la zona metropolitana de Guadalajara, Jalisco.

En el primer caso, elementos de seguridad detectaron a una persona que trasladaba un mono araña. Al confirmarse que se trataba de una especie protegida, se dio aviso a la Fiscalía General de la República (), que solicitó el apoyo de la Profepa para el resguardo del ejemplar y la elaboración del dictamen pericial de identificación.

Durante la revisión física, se constató que el mono contaba con un microchip como elemento de marcaje. Sin embargo, no se acreditaron las autorizaciones ni un plan de manejo que estableciera las condiciones adecuadas para su cuidado y trato digno, por lo que no se comprobó su legal posesión.

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En una segunda acción, personal de seguridad reportó a una persona en posesión de varios loros y una cría de mono araña, por lo que nuevamente se solicitó la intervención de la Profepa para la emisión del dictamen técnico pericial. En este operativo se aseguraron dos loros corona lila, tres loros cachetes amarillos, una guacamaya verde y el ejemplar de mono araña.

Profepa asegura monos araña, loros y una guacamaya en operativos contra tráfico de fauna en Guadalajara (29/12/25). Foto: Profepa
Profepa asegura monos araña, loros y una guacamaya en operativos contra tráfico de fauna en Guadalajara (29/12/25). Foto: Profepa

Las aves aseguradas forman parte del grupo de los psitácidos y, junto con el mono araña, se encuentran enlistadas en la NOM-059-SEMARNAT-2010, varias de ellas en la categoría de Peligro de Extinción, además de contar con estatus de protección internacional en la .

Durante la inspección no se presentó documentación que acreditara la procedencia legal y posesión de las aves. Asimismo, se documentaron condiciones inadecuadas de manejo, lesiones visibles, estrés, desnutrición y deshidratación, lo que constituye maltrato y daño a fauna silvestre protegida.

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En el caso del mono araña, se estimó que se trata de una cría de aproximadamente dos a tres meses de edad. Esta especie depende del cuidado materno durante al menos tres años, por lo que su separación compromete su desarrollo físico, conductual y su viabilidad biológica.

En ambos casos hubo personas detenidas por delitos contra la biodiversidad. La Profepa designó especialistas en legislación ambiental como asesores jurídicos y emitió los dictámenes periciales correspondientes para su integración en las carpetas de investigación, en coordinación con la FGR.

La Profepa recordó que la posesión, transporte y manejo de fauna silvestre sin autorización constituye un delito federal y que los primates y psitácidos protegidos no pueden ser extraídos, comercializados ni mantenidos como mascotas.

Profepa asegura monos araña, loros y una guacamaya en operativos contra tráfico de fauna en Guadalajara (29/12/25). Foto: Profepa
Profepa asegura monos araña, loros y una guacamaya en operativos contra tráfico de fauna en Guadalajara (29/12/25). Foto: Profepa
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