El Departamento del Tesoro de Estados Unidos eliminó de su lista de lavadores de dinero a la primera esposa del capo Rafael Caro Quintero, María Elizabeth Elenes Lerma, así como a sus cuatro hijos y empresas asentadas en Jalisco y Sinaloa.

A través de la Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés), el Departamento del Tesoro informó que se retiró de la lista de personas especialmente designadas a Héctor Rafael, Roxana Elizabeth, Henoch Emilio, Mario Yibrán o Gibrán Caro Elenes, quienes fueron ingresados hace casi ocho años por su presunta participación en el blanqueo de activos, a través de la creación de empresas de giros diversos.

También fue retirado de la lista Juan Carlos Soto Ruiz, presunto prestanombres de Rafael Caro Quintero y quien está prófugo de la justicia.

Dueño de 30 empresas

En octubre de 2013, el gobierno de Estados Unidos detectó 20 empresas ligadas a Caro Quintero, las cuales fueron incluidas en la lista negra.

EL UNIVERSAL publicó en 2019 que, cuando estuvo preso Rafael Caro Quintero, su círculo íntimo de familiares y amigos crearon una red empresarial de al menos 30 compañías.

Todos los negocios, con sede en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, fueron dedicados a los sectores inmobiliario, de distribución de combustible, explotación minera, concesionaria de autos nuevos y usados, servicio en casetas telefónicas, restaurantes, moda y calzado, hasta productos de belleza y spa.

Apenas el 15 de abril de 2021, la Corte del Distrito Este de Nueva York ordenó confiscar cinco propiedades ubicadas en los alrededores de Guadalajara, a Rafael Caro Quintero, que fueron obtenidas con ganancias del tráfico de drogas.

Los inmuebles estaban a nombre de los hijos del capo sinaloense y otros familiares, para intentar ocultar que él era el dueño.

En ese sentido, los fiscales estadounidenses Brendan King y Patricia Notopoulos son quienes hasta ahora intentarán convencer al gobierno mexicano para que permita que Estados Unidos confisque estas propiedades ligadas al capo.

“Esta orden es otro avance en nuestra búsqueda incansable de justicia para las víctimas de la brutal organización de tráfico de drogas de Caro Quintero y especialmente para el agente especial de la DEA, Enrique Kiki Camarena, quien fue trágicamente asesinado a las manos de la organización criminal del capo sinaloense”, señaló el Departamento de Justicia.

Entre los más buscados

En noviembre del año pasado, la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) colocó a Caro Quintero, fundador del extinto Cártel de Guadalajara, en el primer lugar de la lista de los 10 fugitivos más buscados.

La agencia antidrogas ofrece una recompensa de 20 millones de dólares por información que lleve a la captura de Caro Quintero, prófugo de la justicia, luego de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) revirtió un amparo que le permitió recuperar su libertad.

La DEA lo requiere por el asesinato del agente federal Enrique Camarena, y por los delitos de secuestro, así como posesión con intención de distribuir marihuana y cocaína.

Rafael Caro Quintero fue detenido en 1985, juzgado en México y condenado a 40 años de prisión, pero en 2013 un juez lo liberó por un tecnicismo legal. Poco después, la justicia volvió a pedir su captura, pero el capo mexicano ya había huido.

Según informes de las autoridades mexicanas, Caro Quintero disputa el liderazgo del Cártel de Sinaloa a los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán y a Ismael El Mayo Zambada.

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