Este jueves se presentó el Tablero de Análisis Integral para el Seguimiento al Regreso a Clases , creado por la representación en México del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia ( Unicef ) en colaboración con la Subsecretaría de Educación Básica de la Secretaría de Educación Pública ( SEP ), en el marco de la pandemia por Covid-19 .
La encargada de despacho de la Secretaría Ejecutiva ( SE ) del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes ( Sipinna ), Constanza Tort San Román, afirmó que esta herramienta tiene un valor incalculable, tanto por la información numérica que ayuda a tomar mejores decisiones de política pública, como porque permite conocer “otros aspectos que posibilitan o impiden que una niña, un niño o adolescente acuda a la escuela, como es su derecho”.
Destacó que a partir de los datos del tablero, se puede indagar sobre las entidades que registran un nivel menor de asistencia presencial a las aulas, “y enfocar los esfuerzos para reconectar a niñas, niños y adolescentes aún ausentes en el regreso a sus clases. También podemos analizar qué tanto influyen los factores de género en la ausencia de niñas y niños en las escuelas y cómo podemos actuar las autoridades para prevenir ese fenómeno”.
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Subrayó que esta información auxilia a conocer el número de escuelas donde no se cuenta todavía con la infraestructura y el equipamiento necesarios para proteger la salud de la comunidad educativa, en caso de algún nuevo rebrote de la enfermedad en México.
El tablero contiene información, a marzo de 2022, de 29 estados y 50. 3 por ciento de las escuelas de educación básica (115 mil 66 planteles) con las condiciones de éstas, sus instalaciones de agua, saneamiento e higiene y las causas de su no reapertura.
Constanza Tort San Román
recordó que en septiembre de 2021, el gobierno federal asumió la decisión de promover un regreso paulatino a las aulas en el país, por lo que tomó la responsabilidad de garantizar plenamente el derecho a la educación integral e inclusiva de esta población, que suma cerca de 40 millones de personas en el país.
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“La escuela no es solo para adquirir conocimientos académicos, es también un espacio de socialización, donde niñas y niños adquieren las herramientas para convivir entre pares, con reglas sociales y culturales. Es lugar donde se promueven hábitos saludables de alimentación y cuidado, donde se desarrolla el juego como actividad fundamental para su desarrollo, donde se adquieren hábitos que les ayudarán a ser buenas ciudadanas y ciudadanos desde sus primeros años de vida”, apuntó.
Añadió que la pandemia cambió para siempre la vida de todas las personas. “Hasta hoy no se sabe realmente cuál fue el impacto adverso que tuvo. La propia Organización de las Naciones Unidas estima que aún es prematuro conocer las potenciales pérdidas de conocimiento por el cierre de las escuelas. Y con ello, la marca en la formación de capital humano en las generaciones futuras, pero sí sabemos lo que hoy nos corresponde a quienes estamos aquí: sentar las bases para contrarrestar cualquier efecto adverso que pueda provocar”.
Sostuvo que pese a no poder regresar a la situación imperante antes del inicio de la pandemia, existe una prioridad imposible de eludir: hacer valer el principio del interés superior de la niñez. “Por lo tanto, este tablero será de gran ayuda para fortalecer las acciones y la toma de decisiones dirigidas a que, en esta nueva normalidad, contemos con un sistema educativo amplio, diverso e inclusivo que lleve a que niñas, niños y adolescentes fomenten todo su potencial en favor de nuestra sociedad”, concluyó.
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