La empresa mexicana Brag Arquitectos ganó el prestigiado premio Architecture Masterprize en la categoría de Rascacielos, como mejor edificio del año, con el proyecto sustentable Icon San Ángel, un inmueble de 37 niveles dedicado a uso habitacional que se ubica sobre Periférico Sur, en la Ciudad de México.
Santiago Morales Broc, director general de la empresa, explica que se trata de un galardón internacional que entrega cada año una organización formada por arquitectos, sin fines de lucro, con la finalidad de reconocer los mejores proyectos arquitectónicos a nivel global.
En entrevista con EL UNIVERSAL, resalta que en esta ocasión participaron más de cinco mil proyectos, entre los cuales obtuvo el primer lugar Icon San Ángel, que, entre otras características, cuenta con más de 250 árboles en las terrazas.
El concepto fue hacer un edificio vertical que se separara un poco del Periférico, para que los departamentos pudieran, sobre todo, aislarse del ruido. Entonces generamos también unas terrazas en distintos niveles, y los árboles que plantamos ahí sirven un poco como un buffer hacia el Periférico, detalla.
El concepto fue generar también un bosque vertical verde, sobre una avenida que es completamente gris.
Santiago Morales destaca que el edificio galardonado es sustentable y amigable con el medio ambiente, lo que le valió este reconocimiento internacional.
Es un edificio sustentable, en el que se recopila el agua pluvial y que sirve precisamente para riego de todos los árboles; toda la fachada del edificio se hizo a través de concretos precolados.
Eso, lo que beneficia es que no se tiene que pintar el edificio y dura muchísimo tiempo, es piedra y solamente tienen que limpiar la fachada y con eso queda como nueva. Es un edificio sustentable que requiere poco mantenimiento, afirma.
Morales Broc dice que el premio que recibió este proyecto no es económico, sino sólo un trofeo, pero “lo más importante para nosotros, más que el premio que recibimos, es que los clientes que habitan en ese desarrollo están muy contentos y también a la gente que pasa por el Periférico y que habita en la zona le gusta mucho el edificio.
“Entonces, cuando se diseña un edificio de esa magnitud se tiene que pensar no solamente en los que habitan, sino también en los que lo ven y en los que viven en la zona, eso tiene que ser un proyecto integral, para todos”, dice.
El joven arquitecto egresado de la Universidad Iberoamericana destaca que ha desarrollado otros proyectos inmobiliarios exitosos en la Ciudad de México, en zonas como las colonias Roma y Condesa, donde también ha logrado concretar conceptos novedosos y creativos, pese a lo complicado que es construir en la capital del país, donde impera el burocratismo y cada alcaldía y casi cada colonia tiene su propio plan de desarrollo urbano, que no se actualiza por miedo de los gobernantes a perder votos, lo que a final de cuentas perjudica a los habitantes de la ciudad.
“El problema aquí es que los planes de desarrollo se hacen por colonias o por alcaldías y no se hacen de manera integral; entonces, eso lo que hace es que luego el uso de suelo puede variar entre un lado de una avenida y otro lado de la otra avenida, lo cual me parece un poco ilógico. Yo creo que debería haber un plan de desarrollo integral en la Ciudad de México.
“Muchas veces se piensa que consultando al público en general se llega la mejor solución, pero realmente como se llega la mejor solución es consultando a especialistas y viendo lo que está pasando alrededor del mundo”, expone el directivo.
Subraya que “en ciudades como Singapur la planeación se hizo hace 20 años y se planeó hasta 2050, entonces no se hacen consultas ni acuerdos, sino que los especialistas son los que saben cómo se tienen que generar las ciudades y el gobierno, sin intereses políticos, toma las decisiones“.
Señala que a diferencia de otros países, en México los trámites para construir un inmueble pueden llevar entre dos y tres años, lo que desincentiva a los inversionistas.
“La verdad es que incluso nos ha llevado a salir del país con ciertas inversiones que tenemos. Estamos también en Lima, Perú, que es una ciudad también muy grande, donde hay más de nueve millones de habitantes. Actualmente estamos desarrollando dos proyectos, uno de 400 departamentos y otro de 200, y para los trámites nos tardamos cuatro meses, para cada uno. Entonces, efectivamente, la tardanza en los trámites no solamente afecta la inversión, sino que también encarece el precio de los departamentos nuevos”, remarca.
Respecto a la corrupción en las alcaldías para tramitar los permisos y autorizaciones de construcción, Santiago Morales afirma que su empresa ha evitado caer en eso.
“La verdad es que nosotros tenemos una política de cero moches y, de hecho, yo personalmente hago los trámites.
“Entonces, lo que sí hacemos es que apoyamos a todas las alcaldías y al gobierno de la ciudad con las medidas de mitigación, las hacemos muy puntuales, y también si, por ejemplo, luego nos solicitan remodelar ciertas avenidas, parques o demás, aparte de las medidas de mitigación, también apoyamos con mucho gusto, pero nuestra política es cero corrupción”, enfatiza.